En el corazón de Salta, donde la fe se entrelaza con la historia, un grupo de mujeres con manos expertas y un corazón lleno de devoción, se dedican a vestir a las sagradas imágenes del Señor y la Virgen del Milagro. Ellas son las encargadas de prepararlas para la procesión más importante de la Provincia. Detrás de cada pliegue, cada bordado y cada joya, se esconde una historia de fe y amor por el Milagro. El Tribuno dialogó con algunas de ellas para conocer un poco más sobre este oficio tan especial.
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En el corazón de Salta, donde la fe se entrelaza con la historia, un grupo de mujeres con manos expertas y un corazón lleno de devoción, se dedican a vestir a las sagradas imágenes del Señor y la Virgen del Milagro. Ellas son las encargadas de prepararlas para la procesión más importante de la Provincia. Detrás de cada pliegue, cada bordado y cada joya, se esconde una historia de fe y amor por el Milagro. El Tribuno dialogó con algunas de ellas para conocer un poco más sobre este oficio tan especial.
Marcela Quintana, con ya 34 años de trayectoria en este rol, todavía recuerda cuando el Padre Alberto Abraham le ofreció este puesto. "Para mí fue una sorpresa y lo sentí como un privilegio, por supuesto que le dije que sí y ahí empecé a trabajar con otras señoras, que ya venían trabajando hacía mucho tiempo". Y agregó: "Ayudándolas fui aprendiendo este a este oficio tan lindo y tan de bajo perfil".
Las mujeres que dedican su tiempo a esta labor lo llaman la "vestición", en cuyo proceso se dedican a cambiar a las sagradas imágenes. Aunque a la hora de elegir las prendas es la Catedral la que dispone lo que se usará.
Otra de las mujeres con quien El Tribuno conversó fue con Karina, quien es oriunda de Santiago del Estero pero fue escogida para desempeñar este delicado trabajo. "Sentía en el fondo que no merecía estar ahí", explicó.
"Eternamente agradecida por semejante bendición y al no ser salteña siento como un privilegio", destacó emocionada Karina.
Si bien esta labor cobra mayor relevancia en épocas del Milagro, durante todo el año el grupo de mujeres revisa el estado de las vestiduras. "Durante el año se va revisando que estén en condiciones, si hay alguna puntilla que se va soltando la arreglamos", contó Marcela.
Cuántas personas participan de la "vestición"
De este "privilegiado" trabajo participan en la actualidad no más de 6 mujeres. "En el rato que uno está preparando la vestición necesita estar muy concentrado. Hay que cuidar mucho la imagen y los pasos que hay que ir dando para que la imagen esté segura. Porque después va a ir a la procesión donde la van a mover y lo mismo con el Señor", remarcó Marcela.
En el momento de vestir al Señor y a la Virgen del Milagro todas participan y se ayudan mutuamente. Pero de todas formas hay distintos roles dentro del grupo. Karina, por ejemplo, se encarga de coser las joyas que van el el símbolo de la Virgen.
Otro rol crucial es el de una mujer que se ocupa de la peluca de la Virgen, ella le coloca y arregla el cabello, para luego finalmente vestirla.
"Gracias a Dios nos queremos, nos respetamos y tenemos mucha armonía para trabajar", destacó Marcela.
El detallado y delicado proceso de vestir las imágenes
Todo comienza antes de la entronización, cuando desciende las imágenes... Primero el día anterior, se desviste a la Virgen, la cual en realidad tiene un vestido en su escultura original. Luego de esto unas personas especializadas revisan la imagen para ver que esté en condiciones.
Recién es al día siguiente que comienza el proceso de la "vesitición". Las encargadas le colocan varias enaguas para proteger la imagen y después el sayal y finalmente se le pone el manto.
Para evitar que se ensucie, ya que desde la entronización hasta la novena, transcurre mucho tiempo se la cubre con una mantilla para al final de todo colocarle su corona.
Todas las prendas y joyas de la Virgen del Milagro y del Señor fueron obsequios de fieles a lo largo de los años. Algunas piezas tienen más de 100 años.
Existen varias réplicas de las imágenes
Además de las imágenes peregrinas, existe una tercera imagen de la Virgen. Fue el reconocido arquitecto Mariano Sepúlveda junto con el artista Leandro Mendoza quienes la esculpieron. Esa permanece en la catedral, está instalada al lado de la Capilla del Santísimo.
El semblante de la Virgen
Algo curioso que comentó Marcela, fue que año a año, cuando se vuelven a encontrar con la Virgen, esta pareciera mostrar una expresión diferente en su rostro. "A veces la vemos como más sonriente, otras veces más pálida, pero bueno, lo tomamos como que ella así quiere estar", concluyó.