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La crisis que afecta a la industria petrolera del noroeste argentino ha llegado a un punto de inflexión con el anuncio de Refinor sobre un programa de retiros voluntarios y retiros anticipados. La decisión, que impacta de lleno en la refinería de Campo Durán y en el poliducto del norte, responde a la sostenida declinación en la producción de gas y petróleo en la cuenca del NOA, la falta de inversiones y el corte de suministros desde Bolivia.
A través de un comunicado dirigido a sus trabajadores, la empresa anunció la medida con el objetivo de "adecuar nuestra estructura organizativa a las posibilidades actuales, impulsar una transición efectiva hacia nuevas tecnologías y agilizar los modelos operativos". La decisión profundiza la crisis en la principal instalación industrial del norte argentino, que enfrenta su momento más difícil en 65 años de historia y 33 de privatización.
Según explicó Sebastián Barrios, secretario general del Sindicato de Petroleros Privados de Salta y Jujuy, "estamos atravesando la peor crisis desde la privatización de YPF". El sindicalista estimó que los despidos podrían rondar las 150 personas de un total de 500 empleados, incluyendo a aquellos que trabajan en el poliducto Campo Durán-Montecristo.
Barrios detalló que "el último trimestre del año 2024, por razones naturales, la cuenca noroeste redujo de manera abrupta y considerable su producción, tanto en materia de gas como de petróleo crudo". El sindicalista especificó que "se redujo aproximadamente un millón de metros cúbicos en el caso del gas, y en el caso del petróleo crudo, los inconvenientes en el yacimiento Los Blancos, la aparición de agua y sales en su producción, dejaron de aportar a la cuenca cerca de 200 metros cúbicos de crudo".
Ante la escasez de materia prima, la refinería operaba con interrupciones frecuentes: "Cerca de 30 días almacena materia prima para procesar por 8 o 10 días, teniendo que parar sus operaciones nuevamente por 30 días", explicó Barrios.
Desde hace tiempo, la reversión de los ductos abrió la posibilidad de abastecer la refinería con crudo proveniente de otras cuencas. Sin embargo, según el gremialista, "se hicieron estudios para poder procesar crudos de otras cuencas y, si bien los resultados fueron buenos, los costos logísticos no hacen rentable la operación".
En cuanto al gas, "el hecho de que el año pasado dejara de ingresar gas de Bolivia obligó a parar la planta compresora", agregó. A esto se suma la falta de proyectos de exploración en la cuenca del NOA: "Según hemos consultado a las autoridades del gobierno provincial y al sector empresario, no existen proyectos de exploración o perforación para nuestra cuenca en el corto o mediano plazo, lo que nos obliga a adecuarnos a esta nueva realidad".
En febrero, Refinor convocó a los sindicatos de Salta, Tucumán y Córdoba a una reunión con la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FASPEGYBIO) para informar su intención de reducir su personal en un 35%, es decir, aproximadamente 100 personas. "En esa reunión fuimos informados que la empresa, de manera unilateral, pretendía invocar el concurso preventivo de crisis, suspender personal y lanzar un plan de retiros voluntarios anticipados", reveló Barrios.
El gremio rechazó de manera categórica la decisión y exigió la convocatoria de una reunión con las autoridades provinciales y nacionales, así como con el resto de las empresas del sector, para buscar alternativas de abastecimiento. "Lamentablemente, en el corto o mediano plazo es imposible contar con más producción. Debido a ello, solicitamos elaborar un plan de acción para morigerar esta crisis", agregó el dirigente sindical.
Ante esta situación, el sindicato busca reducir al mínimo la cantidad de despidos: "Estamos evitando a toda costa los despidos, poniendo en vigencia planes de retiros por jubilación o retiros voluntarios", sostuvo Barrios. También destacó que "ante la posibilidad de un preventivo de crisis, que facultaría a la empresa a indemnizar al 50% a los trabajadores, estamos trabajando en un acuerdo entre los tres sindicatos para evitarlo, proponiendo mejores condiciones al trabajador que decida irse".
A pesar de las expectativas generadas en torno a la reversión del gasoducto del norte y el poliducto operado por Refinor, la falta de inversiones y la caída de la producción regional parecen haber sentenciado el destino de la refinería de Campo Durán. Mientras tanto, los trabajadores enfrentan un futuro incierto, en medio de una crisis que no muestra signos de reversión en el corto plazo.