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A pocos minutos antes iniciar el juicio contra Leonardo Cositorto en la Sala de Grandes Juicios de Ciudad Judicial, la fiscal María Inés Salinas brindó declaraciones clave sobre el proceso y las imputaciones que pesan sobre el fundador de Generación Zoe. El caso tiene como eje central a más de 120 personas que en Salta aseguran haber sido víctimas de una estructura financiera ilegal vinculada a un esquema piramidal.
Sin embargo, algunos minutos después, se notificaba que el proceso judicial se supendía hasta el 4 de junio.
Según explicó la fiscal, el juicio contará con la declaración de aproximadamente 170 testigos entre todas las partes involucradas. El tribunal tiene previsto que las audiencias se extiendan durante un mes, aunque no se descarta que ese plazo pueda modificarse.
"Veremos si podemos terminar en ese tiempo", señaló Salinas, quien agregó que la hipótesis de la fiscalía apunta a que existió en Salta una oficina que operaba como parte de la organización liderada por Cositorto, replicando la misma logística que ya se había identificado en otras provincias.
"Cada uno de los acusados cumplía un rol distinto: cobrar, transferir, atraer gente, organizar reuniones. Entendemos que todos están involucrados en estos hechos", afirmó la fiscal.
En cuanto al rol de Cositorto, Salinas fue categórica: “Para la fiscalía, es el jefe de la organización que actuaba acá en Salta, además de ser el mentor del esquema piramidal, basado en sus conocimientos y el historial que arrastra desde otras provincias e incluso a nivel internacional”.
Sobre el pedido de pena, Salinas aclaró que será definido en el momento de los alegatos finales.
Finalmente, al ser consultada sobre versiones que indicaban que Cositorto temía por su vida y había pedido no permanecer en la cárcel, Salinas dijo no tener conocimiento de dicha situación. “Tengo entendido que está alojado en la alcaidía, junto a otros detenidos que esperan juicio”, concluyó.