Una familia de más de 30 integrantes que vive en el barrio Vicente Solá recibió asistencia integral tras el incendio que destruyó parte de su vivienda el pasado domingo. El Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Humano del municipio, activó un operativo de emergencia que incluyó contención inmediata, relevamientos y provisión de elementos esenciales.
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Una familia de más de 30 integrantes que vive en el barrio Vicente Solá recibió asistencia integral tras el incendio que destruyó parte de su vivienda el pasado domingo. El Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, en coordinación con la Secretaría de Desarrollo Humano del municipio, activó un operativo de emergencia que incluyó contención inmediata, relevamientos y provisión de elementos esenciales.
En la vivienda siniestrada residían seis familias pertenecientes al mismo grupo familiar. En total, el incendio afectó a unas 33 personas, entre ellas 18 menores de entre 2 y 17 años, que perdieron su hogar. Las familias vivían en distintas construcciones dentro de un mismo terreno y sus integrantes tienen edades que van desde los 7 hasta los 56 años.
Según el informe de bomberos, el fuego se originó por una sobrecarga eléctrica en una zapatilla con múltiples artefactos conectados. Las llamas afectaron al menos el 50% de la estructura de la casa, aunque no llegaron completamente al segundo piso. Técnicos recomendaron no continuar la construcción proyectada en la loza y remover techos de chapa dañados.
Los equipos provinciales y municipales entregaron camas, colchones, cocina, calzado, kits de limpieza, alimentos secos y agua. También se inició el trámite para reponer la documentación perdida y se dispuso el retiro de escombros con contenedores. Mientras tanto, los damnificados fueron alojados en casas de familiares y amigos de la zona.
Las autoridades recordaron que más del 90% de los incendios invernales son causados por fallas eléctricas.