Todos se callaron, los celulares fueron silenciados y los motores se apagaron. Cada media hora, toda persona que se encuentre cerca de la zona de catástrofe en Rosario debe hacer un silencio absoluto para no interferir con la ecosonda que recorre los escombros en busca de signos vitales de personas atrapadas en el lugar.
“La ecosonda muestra una actividad en el segundo subsuelo”, confirmó el secretario de Seguridad Pública de Santa Fe, Marcos Escajadillo.
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Todos se callaron, los celulares fueron silenciados y los motores se apagaron. Cada media hora, toda persona que se encuentre cerca de la zona de catástrofe en Rosario debe hacer un silencio absoluto para no interferir con la ecosonda que recorre los escombros en busca de signos vitales de personas atrapadas en el lugar.
“La ecosonda muestra una actividad en el segundo subsuelo”, confirmó el secretario de Seguridad Pública de Santa Fe, Marcos Escajadillo.
De todos modos, por precaución, todos los escombros son retirados en cadenas humanas con baldes y a mano “para no generar un nuevo derrumbe” que pueda aplastar a alguna persona que aún permanezca sepultada. “Nos va a demandar unas 48 horas”, anticipó el funcionario provincial.
Según explicó Escajadillo, la ecosonda es un cable “capaz de detectar movimientos humanos”, utilizado generalmente en las zonas de catástrofe para buscar sobrevivientes. “Son unos cables que se distribuyen en la zona donde señalan los perros de búsqueda”, detalló.
El gasista será indagado hoy
Por otro lado, el gasista que trabajó en el inmueble de Salta y Boulevar Oroño minutos antes de la explosión, identificado como Carlos García, de 55 años, será indagado hoy por el juez José María Curto, quien indicó que la carátula de la causa es “Estrago culposo”, que prevé una pena de entre un mes y 5 años de prisión.
La calle Salta fue cerrada al tránsito para facilitar las tareas de los rescatistas, así como también fueron interrumpidos los servicios de gas y luz en un radio de dos cuadras a modo de prevención.
Unas 700 familias del edificio que explotó y aledaños debieron pasar la noche fuera de sus viviendas, y unos 500 gendarmes, efectivos de la policía local y de la Federal custodiaron la zona para evitar problemas de inseguridad en medio de la tragedia.
Once escuelas debieron suspender las clases ayer y hoy en la zona. El gobernador Antonio Bonfatti dispuso duelo por tres días en la provincia. Todavía hay 15 personas desaparecidas que son buscadas bajo los escombros del edificio derrumbado por la explosión de gas