A Boca se lo comió un lobo feroz

Boca tuvo una triste y dolorosa despedida, perdió ante Gimnasia y Esgrima La Plata, 2 a 0, por la última fecha del torneo, en una Bombonera que insultó al presidente del club, Daniel Angelici, y clamó por el ídolo xeneize Juan Román Riquelme.

El mediocampista paraguayo Jorge Rojas marcó el primer tanto del conjunto platense a los 10 minutos de juego y el atacante Pablo Vegetti logró el segundo antes del minuto del período final.

El encuentro tuvo a un Boca que buscó ser corto y protagonista del juego mediante la tenencia de la pelota y llegando al área del equipo conducido por Pedro Troglio con mucha gente.

Tras un remate de José Fuenzalida con destino de gol, contenido por Fernando Monetti a los 9 minutos, llegó solo un minuto después el tanto del lobo, en la primera jugada en ataque.

Se inició con una guapeada por derecha de Pablo Vegetti que tiró un centro que pasó por toda el área chica, Leandro Marín despejó para el medio y allí entró Jorge Rojas quien remató con derecha venciendo a Agustín Orión.

Después todas las acciones de riesgo fueron del xeneize, que atropelló al lobo por las bandas pero se encontró con la resistencia del arquero del conjunto platense.

Sin embargo, al comienzo del segundo tiempo la fórmula fue invertida a la del gol en el primer tiempo, el desborde por derecha fue de Rojas y quien marcó cuando el reloj no marcaba ni un minuto de juego fue Vegetti, de cabeza, de sobre pique al suelo y a contrapierna de Orión.

Después fue todo de Boca, dos remates de Nicolás Colazo, intentos de los delanteros Emmanuel Gigliotti y Jonathan Calleri, pero nada pudo quebrar la resistencia de un equipo que soportó todo intento del conjunto local.

Gimnasia se llevó los 3 puntos por la efectividad, ya que concretó las dos jugadas que generó, aprovechó las oportunidades y cumplió con el planteo táctico del entrenador.

A pesar de jugar bien, Boca no pudo superar a un agazapado Gimnasia, el equipo de Rodolfo Arruabarrena tuvo la tenencia, llegó por las bandas y por el centro, pero una defensa sólida, un buen arquero y la desesperación propia por no poder concretar le impidieron siquiera anotar el gol del descuento.

Boca tuvo una triste y dolorosa despedida, perdió ante Gimnasia y Esgrima La Plata, 2 a 0, por la última fecha del torneo, en una Bombonera que insultó al presidente del club, Daniel Angelici, y clamó por el ídolo xeneize Juan Román Riquelme.

El mediocampista paraguayo Jorge Rojas marcó el primer tanto del conjunto platense a los 10 minutos de juego y el atacante Pablo Vegetti logró el segundo antes del minuto del período final.

El encuentro tuvo a un Boca que buscó ser corto y protagonista del juego mediante la tenencia de la pelota y llegando al área del equipo conducido por Pedro Troglio con mucha gente.

Tras un remate de José Fuenzalida con destino de gol, contenido por Fernando Monetti a los 9 minutos, llegó solo un minuto después el tanto del lobo, en la primera jugada en ataque.

Se inició con una guapeada por derecha de Pablo Vegetti que tiró un centro que pasó por toda el área chica, Leandro Marín despejó para el medio y allí entró Jorge Rojas quien remató con derecha venciendo a Agustín Orión.

Después todas las acciones de riesgo fueron del xeneize, que atropelló al lobo por las bandas pero se encontró con la resistencia del arquero del conjunto platense.

Sin embargo, al comienzo del segundo tiempo la fórmula fue invertida a la del gol en el primer tiempo, el desborde por derecha fue de Rojas y quien marcó cuando el reloj no marcaba ni un minuto de juego fue Vegetti, de cabeza, de sobre pique al suelo y a contrapierna de Orión.

Después fue todo de Boca, dos remates de Nicolás Colazo, intentos de los delanteros Emmanuel Gigliotti y Jonathan Calleri, pero nada pudo quebrar la resistencia de un equipo que soportó todo intento del conjunto local.

Gimnasia se llevó los 3 puntos por la efectividad, ya que concretó las dos jugadas que generó, aprovechó las oportunidades y cumplió con el planteo táctico del entrenador.

A pesar de jugar bien, Boca no pudo superar a un agazapado Gimnasia, el equipo de Rodolfo Arruabarrena tuvo la tenencia, llegó por las bandas y por el centro, pero una defensa sólida, un buen arquero y la desesperación propia por no poder concretar le impidieron siquiera anotar el gol del descuento.