Integrantes de un grupo de peregrinos del Milagro llevaron ropa, mercadería, agua y colchones a la localidad jujeña afectada por el alud.
La comunidad de San José de Metán se solidarizó con los vecinos de Volcán que fueron afectados por un alud que dañó numerosas viviendas y provocó cuantiosas pérdidas.
Integrantes del conocido grupo de peregrinos del Milagro denominado Devoción, Amor y Fe (DAF) realizaron una campaña solidaria a través de
medios de comunicaciones y Facebook que tuvo una respuesta inmediata de los metanenses.
"La verdad que es muy grande la solidaridad que ha demostrado la gente de Metán con los vecinos de Volcán. Hemos juntado mucha ropa,
calzado, mercadería, artículos de limpieza, agua y colchones que llevamos en cinco vehículos y luego se van a sumar otros", dijo Amalia Grané, referente del grupo DAF.
Los elementos ya llegaron al pueblo jujeño donde están siendo distribuidos entre las personas más necesitadas de la localidad.
"Los vecinos de Metán son muy solidarios, siempre nuestra ciudad se ha caracterizado por eso. Justamente por eso pedimos todo los años bendiciones al Señor y la Virgen del Milagro para que sigan existiendo esas personas que ayudan al que lo necesita", destacó Grané.
"Somos quince personas que estamos en Volcán. Nosotros nos quedamos porque queremos que las personas reciban efectivamente los que los vecinos donaron, por eso estamos acampando en el lugar", destacó la impulsora del grupo DAF.
Este grupo de vecinos metanenses se viene caracterizando por las campañas solidarias para ayudar a los más necesitados en Metán.
También visitan a personas desamparadas y que sufren diferentes carencias y les llevan ayuda, en forma completamente desinteresada.
Peregrinos del Milagro
El grupo DAF este año va a caminar por décimo año consecutivo al Milagro salteño. "En nuestro peregrinar vamos a festejar estos 10 años de fe", anticipó Grané.
La importancia que los metanenses le dan a la festividad del Milagro en Salta es enorme, porque en su propia ciudad se veneran las mismas imágenes y por los mismos motivos que en la capital: hay un pacto de fe para que el pueblo sea protegido de terremotos y toda otra clase de fenómenos naturales, como huracanes y otros.
