Las distancias se acortan cuando la desesperación llega. En un país repleto de asimetrías que dejan en desventaja permanente a las economías regionales, el desconocimiento y la desinformación son aliados del problema.
Así lo interpretaron los productores de bananas de Orán que hicieron oír su voz y su queja en la singular protesta que se desarrolló ayer en Plaza de Mayo, en Capital Federal.
Allí los agricultores que desarrollan esta actividad en Salta, Jujuy, Formosa y Misiones regalaron 30.000 kilos de bananas a la gente que pasaba por el lugar y de paso entregaban volantes para informar los inconvenientes que afectan al sector.
Desde la Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas de Salta, su presidente y secretario, José Luis Checa y Sebastián Romano, consideraron que la medida fue un éxito total. “Hicimos mucho ruido y dimos a conocer a la gente el origen del reclamo y la actual situación que nos toca vivir”.
Mientras repartía bolsitas con bananas a cientos de personas que llegaban al lugar, Checa le contó a El Tribuno que “el problema se origina en que hay una sobreoferta de banana en Centroamérica. Ecuador tiene problemas para ubicar su fruta. Antes el precio de la caja estaba a 6 o 7 dólares y ahora a 2 dólares. Con esos precios, al 30 por ciento de lo que pagaban antes, los importadores vieron una enorme oportunidad, pero no tuvieron en cuenta el problema aparejado”, relató.
Al margen del precio que impone el producto que llega desde el exterior y la imposibilidad de competir, Checa reveló un detalle no menos importante.
“Esto también nos está provocando un descalabro interno en la región, ya que al no tener precio, la banana de Formosa busca los mercados más próximos. Es una cuestión de desesperación: por los precios irrisorios los formoseños buscan el mercado de Salta para ingresar y esto agrava todo”, aseguró.
El dirigente y productor insistió en que en este escenario los números no cierran para nada y por eso “explotaron” con este reclamo, pero además apuntó contra la actitud “descontrolada de los importadores”.
“Ayer -por el martes- mantuvimos una reunión con ellos y admitieron que ingresaron un 25 por ciento de bananas de más y ese es justamente nuestro cupo en el mercado nacional. Ese número nos sacó de circulación”, sostuvo.
Checa aseguró que en esa reunión “los importadores se sintieron en falta e hicieron un mea culpa porque se mandaron macana”.
El reclamo de los productores bananeros al Gobierno nacional es que se controle el ingreso de la fruta extranjera a la libre decisión de los importadores
“No hubo respuestas inmediatas y por eso fue el bananazo. Están cerrados en la postura de no tocar el mercado; les da alergia hablar de eso”.
Checa también le contó a El Tribuno que durante la protesta hubo llamados de funcionarios de mandos medios del Gobierno nacional. “Nosotros queremos que Buryaile (el ministro de Agroindustria de la Nación) nos acerque una solución a todo esto”, finalizó.
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Las distancias se acortan cuando la desesperación llega. En un país repleto de asimetrías que dejan en desventaja permanente a las economías regionales, el desconocimiento y la desinformación son aliados del problema.
Así lo interpretaron los productores de bananas de Orán que hicieron oír su voz y su queja en la singular protesta que se desarrolló ayer en Plaza de Mayo, en Capital Federal.
Allí los agricultores que desarrollan esta actividad en Salta, Jujuy, Formosa y Misiones regalaron 30.000 kilos de bananas a la gente que pasaba por el lugar y de paso entregaban volantes para informar los inconvenientes que afectan al sector.
Desde la Asociación de Productores de Frutas y Hortalizas de Salta, su presidente y secretario, José Luis Checa y Sebastián Romano, consideraron que la medida fue un éxito total. “Hicimos mucho ruido y dimos a conocer a la gente el origen del reclamo y la actual situación que nos toca vivir”.
Mientras repartía bolsitas con bananas a cientos de personas que llegaban al lugar, Checa le contó a El Tribuno que “el problema se origina en que hay una sobreoferta de banana en Centroamérica. Ecuador tiene problemas para ubicar su fruta. Antes el precio de la caja estaba a 6 o 7 dólares y ahora a 2 dólares. Con esos precios, al 30 por ciento de lo que pagaban antes, los importadores vieron una enorme oportunidad, pero no tuvieron en cuenta el problema aparejado”, relató.
Al margen del precio que impone el producto que llega desde el exterior y la imposibilidad de competir, Checa reveló un detalle no menos importante.
“Esto también nos está provocando un descalabro interno en la región, ya que al no tener precio, la banana de Formosa busca los mercados más próximos. Es una cuestión de desesperación: por los precios irrisorios los formoseños buscan el mercado de Salta para ingresar y esto agrava todo”, aseguró.
El dirigente y productor insistió en que en este escenario los números no cierran para nada y por eso “explotaron” con este reclamo, pero además apuntó contra la actitud “descontrolada de los importadores”.
“Ayer -por el martes- mantuvimos una reunión con ellos y admitieron que ingresaron un 25 por ciento de bananas de más y ese es justamente nuestro cupo en el mercado nacional. Ese número nos sacó de circulación”, sostuvo.
Checa aseguró que en esa reunión “los importadores se sintieron en falta e hicieron un mea culpa porque se mandaron macana”.
El reclamo de los productores bananeros al Gobierno nacional es que se controle el ingreso de la fruta extranjera a la libre decisión de los importadores
“No hubo respuestas inmediatas y por eso fue el bananazo. Están cerrados en la postura de no tocar el mercado; les da alergia hablar de eso”.
Checa también le contó a El Tribuno que durante la protesta hubo llamados de funcionarios de mandos medios del Gobierno nacional. “Nosotros queremos que Buryaile (el ministro de Agroindustria de la Nación) nos acerque una solución a todo esto”, finalizó.