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Se conoció la historia detrás de la foto del nene misionero que cruza el monte para ir a la escuela

La fotografía fue tomada en Picada Caa Guazú, en la localidad de Leandro N. Alem, el niño, que tiene 6 años caminaba por el monte misionero con su mochila para concurrir a clase en la Escuela 196,
Lunes, 25 de junio de 2018 17:19

El lunes 18 a las 7:30 de la mañana, Noelia Bairros (28) llegó hasta la puerta de la Escuela Nº196 de Colonia Caa Guazú, donde hace ya 3 años da clases. En misiones caía la primera helada en esa fecha y tanto la tierra colorada como el verde del monte estaban cubiertos con una leve capa blanca. Mientras miraba el paisaje observó que a los lejos venía caminando Axel, de seis años, esa imagen la impactó de tan manera que decidió inmortalizar esa momento en una fotografía, la cual es minutos se volvió viral.

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El lunes 18 a las 7:30 de la mañana, Noelia Bairros (28) llegó hasta la puerta de la Escuela Nº196 de Colonia Caa Guazú, donde hace ya 3 años da clases. En misiones caía la primera helada en esa fecha y tanto la tierra colorada como el verde del monte estaban cubiertos con una leve capa blanca. Mientras miraba el paisaje observó que a los lejos venía caminando Axel, de seis años, esa imagen la impactó de tan manera que decidió inmortalizar esa momento en una fotografía, la cual es minutos se volvió viral.

“Ese día hubo asistencia perfecta, vinieron todos”, comentó  Noelia, tratando de poner en palabras esa escena que para ella es de todos los días y que resume a fin de cuentas lo que la mayoría de los 80 estudiantes -40 de primaria y 40 de secundaria-, hijos de quienes trabajan en las chacras de la zona cultivando, familias muy humildes de Colonia Caa Guazú, pasan todos los días para ir a buscar una oportunidad, un futuro. “Para nosotros es natural ver llegar a los chicos así”, dice la docente de 28 años, que sin embargo sintió la necesidad de sacar esa foto: un alumno, que podría ser cualquier alumno, llegando al colegio en medio de la helada.

El que aparece en el centro de la imagen es Axel Yamil Antúnez y tiene nada más que 6 años. Su día empezó cuando todavía no había amanecido en Colonia Caa Guazú y con la mochila a cuestas salió a caminar los 3 kilómetros, a cruzar los dos arroyos, a seguir a pie por la llanura, que lo separan de la escuela en Picada Verde, municipio de Leandro N. Alem, a unos 6 kilómetros de la Ruta 14, a la que asisten también entre jardín, primaria y secundaria, sus otros 7 hermanos. Él, uno de los tres más chicos de la familia, no supo en ese momento de la foto, ni terminó de enterarse de todo lo que vino después.

Fue un compañero de Noelia, Antonio Espíndola, profesor de Ciencias Jurídicas en el nivel secundario de la escuela el que le preguntó esa misma mañana si podía subir la foto a Facebook. Ella le dijo que sí, pero que escribiera un mensaje, algo que hablara un poco -en contraposición a otras noticias que en esos días habían tenido como protagonistas a estudiantes- de los alumnos de las escuelas rurales. Esos con los que ella, dice, elige trabajar desde hace ya 7 años. “Siento que hay mucho ahí, me gusta el desafío de trabajar en esa zona, uno transita el sacrificio del chico”.

Pero estos chicos no sólo atraviesan el invierno y la ola polar que pasó por nuestra provincia en esa fecha para llegar a clases sino  también los más de 40 grados y el fuerte sol que golpea a Misiones en verano. “Los chicos tienen que caminar 3 kilómetros abajo del sol”, describe Noelia la foto que es otra, pero la misma. Hay una sola cosa por la que se falta al colegio y es cuando llueve, porque la crecida de los arroyos hace imposible llegar. Ese día van sólo los que viven cerca y contrario a lo que puede pensarse en el imaginario, es una mala noticia para los chicos. “Uno no camina todos esos kilómetros bajo la helada si no es porque en la escuela encuentran contención, cariño, otras cosas”.

La foto acumuló comentarios en Facebook, se replicó en Twitter, en grupos de WhatsApp, unos sabían que era de una escuela en Misiones, muchos pensaron que se trataba de algún lugar en el sur del país. A Axel le llegaron comentarios y no terminó de entender el revuelo por su viaje al colegio de todos los días. A su mamá, Ramona Fleitas, se le infló el pecho de orgullo por su hijo “famoso”, aunque sea lo que dura el scroll de un timeline, un “compartir”, un “me gusta”, en el mejor de los casos, lo que se tarda en escribir un comentario al pie de la imagen. Detrás de todo eso la excusa para viralizar en una imagen la realidad de las escuelas rurales en Argentina.

Los dos últimos años las pruebas Aprender -dispositivo nacional de evaluación de los aprendizajes de los estudiantes- arrojaron resultados a partir de los que las escuelas rurales superaban -principalmente en primaria- en algunas materias al rendimiento de los establecimientos educativos en las ciudades. Las tendencia iba inclusive en sintonía con relevamientos regionales previos realizados por Unesco. Según Noelia en la 192 alrededor del 85% de los estudiantes termina la secundaria y aspira a continuar con sus estudios. “El sacrificio mismo que ellos tienen de ir todos los días hace que quieran terminar la escuela y seguir estudiando”, explica.

“Las mamás sabemos mandan a la escuela a sus hijos porque quieren que sean profesionales y sigan adelante”, sigue, antes de detenerse en dificultades concretas a las que se enfrentan todos los días. “El hecho de estar en zona rural  hace que no haya un medio de transporte, por eso los chicos caminan. Como todas las escuelas necesitamos cosas, desde calefacción, hasta materiales para los chicos, libros, cambiar el sistema eléctrico”, enumera. “Tratamos de si falta algo no esperar que el Estado nos brinde sino hacer rifas y comprar lo que haga falta”, aclara, aunque reconoce que muchas veces no alcanza.

“A mí particularmente que estoy en la parte de secundaria tener alumnos estudiando medicina u otra carrera, o futuros colegas que están haciendo el profesorado, es un orgullo”, admite Noelia, antes de responder sobre qué se le cruzó por la cabeza cuando vio llegar a Axel en medio de la primera helada del año, mucho antes de la foto y su repercusión. “No quejarnos tanto”, sorprende con la respuesta después de unos segundos en silencio penando, y comparte: “Nosotros nos quejábamos del frío ese día, pero habíamos llegado en auto a la escuela”.

Infobae

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