Desde hace 48 horas el dolor y desconsuelo atraviesa a las familias, amigos y vecinos de dos niños que el viernes fueron arrastrados por las peligrosas aguas del río Bermejo. Desde su desaparición, personal de Lacustre y Fluvial de esa jurisdicción se abocó a la búsqueda de los pequeños y ayer los buzos encontraron el cuerpito de uno de ellos, identificado por los efectivos como Neri Saul Navamuel (11). Hoy continuarán la búsqueda del otro menor, también de 11 años.
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Desde hace 48 horas el dolor y desconsuelo atraviesa a las familias, amigos y vecinos de dos niños que el viernes fueron arrastrados por las peligrosas aguas del río Bermejo. Desde su desaparición, personal de Lacustre y Fluvial de esa jurisdicción se abocó a la búsqueda de los pequeños y ayer los buzos encontraron el cuerpito de uno de ellos, identificado por los efectivos como Neri Saul Navamuel (11). Hoy continuarán la búsqueda del otro menor, también de 11 años.
Según fuentes policiales, el menor hallado ayer en el Bermejo estaba en una suerte de desplayado ubicado a unos siete kilómetros del lugar donde había sido visto por última vez. Junto al otro menor desaparecido los niños jugaban con dos adolescentes de 15 en la orilla del río ubicado en el paraje La Quena.
Los dos, de 11 años, se habían metido al agua y disfrutaban de un día de calor cuando casi de repente una correntada se los llevó. Los adolescentes intentaron el rescate pero sin suerte, nada pudieron hacer solo ver cómo el agua se los llevaba y ambos niños se terminaban hundiendo. La desesperación e impotencia se apoderaron de los jóvenes de 15 años.
El hecho fue reportado el viernes cerca de las 17 y el personal de Lacustre salió hasta el lugar.
Al igual que en la primera jornada trágica del viernes, los buzos y efectivos de Lacustre y Fluvial rastrearon la zona hasta cerca de las 21, ayer hicieron lo mismo en búsqueda del menor que falta y hoy continuarán con las tareas. Los uniformados trabajan con gomones buscando en diferentes sectores de la zona donde desaparecieron los pequeños. Las aguas del río Bermejo son muy peligrosas y en más de una oportunidad personas mayores y menores no pudieron sortear las dificultades que se les presentó y perdieron la vida.