El valor productivo de una provincia se ve en la actividad privada. Sin crecimiento de ese sector no hay desarrollo posible. La ecuación es sencilla y es una de las máximas del sistema capitalista que rige en prácticamente todo el mundo y particularmente en este país. Una de las formas de medir cómo está Salta en ese ámbito es con los indicadores de empleo formal privado, que no hacen más que ratificar el sombrío panorama local.
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El valor productivo de una provincia se ve en la actividad privada. Sin crecimiento de ese sector no hay desarrollo posible. La ecuación es sencilla y es una de las máximas del sistema capitalista que rige en prácticamente todo el mundo y particularmente en este país. Una de las formas de medir cómo está Salta en ese ámbito es con los indicadores de empleo formal privado, que no hacen más que ratificar el sombrío panorama local.
Una reciente publicación del Ministerio de Trabajo de la Nación da cuenta de que octubre pasado cerró con 118.000 trabajadores formales privados en la provincia, 900 menos que en el mismo mes de 2018 y 2.000 por debajo que hace cuatro años, poco antes de que comience el gobierno macrista y la última gestión de Urtubey.
Visto de otro modo, Salta cuenta con 9 empleados privados registrados cada 100 habitantes, mientras que la media nacional es de 13 empleos cada 100 personas.
En la evolución mensual desestacionalizada (que permite comparaciones sin distorsiones estacionales) del empleo privado, la caída salteña fue una de las mayores del país con una merma del 1% (1.100 trabajadores) entre septiembre y octubre últimos, de acuerdo a los datos oficiales. Solo estuvieron un poco peor porcentualmente Jujuy (-1,2%), Corrientes (-1,6%) y La Pampa (-1,8%).
La contracara del bajo nivel del trabajo registrado en la parte privada es el alto nivel de informalidad laboral que existe en Salta. Los últimos datos del Indec advierten que por estas latitudes se marcó un récord nacional de trabajo en negro.
En el tercer trimestre de 2019, el 50% de quienes trabajaban en la capital salteña y municipios colindantes no contaba con ningún tipo de aporte previsional. Son cuatro puntos porcentuales por encima de igual período de hace un año atrás.
La tasa de desempleo en el mismo aglomerado poblacional fue del 8,8% entre julio, agosto y septiembre. En ese trimestre de 2018, la cantidad de personas sin trabajo (con edad para trabajar y que busca ocupación) fue del 9,1%. Traducido a cantidad de personas, se mantuvo en 27 mil la cifra de desocupados en un año.
Uno de los sectores más castigados por la crisis laboral que atraviesa la provincia fue el comercio, actividad que, por cierto, más empleo privado genera y mayores aportes tributarios vuelca a las arcas provinciales.
El Sindicato de Empleados de Comercio registró que 600 de sus afiliados quedaron desempleados este año en el área Metropolitana de la provincia, que es el ámbito de representación de ese gremio. Eran empleados registrados por lo que en la parte informal la exclusión laboral habrá sido mucho mayor en el rubro.
La minería fue la excepción en este año laboral negro, aunque no creció a los niveles que se registraron durante 2018 y se ve un amesetamiento en las incorporaciones. Según datos oficiales, 2019 cerrará con 5.500 trabajadores en la actividad en Salta. En 2017, la minería generó 2.872 empleos directos y en 2018, 5.369 puestos.
Donde no hay modificaciones es en el sector público. El número de empleados del Estado provincial, ya sea el personal de planta permanente o con otros tipos de contratos, se mantuvo en alrededor de 72 mil en los últimos cuatro años.
En total, según información del Indec, entre trabajadores estatales de la Provincia, la Nación y los municipios, en Salta existe unos 116 mil empleos.
Números nacionales
La cantidad de trabajadores privados retrocedió a 6.034.000 en octubre y cayó 2,6% interanual, el nivel más bajo de los últimos doce años. El indicador retrocedió también 0,4% en octubre respecto de septiembre, según las estadísticas oficiales que acumulan 21 meses en retroceso.
En ese contexto, el Ministerio de Trabajo de la Nación informó una pérdida de cerca de 160.900 de empleos registrados en el último año y marcó la decimocuarta baja consecutiva de acuerdo con los datos basados en el Sistema Integrado Previsional Argentino.
La construcción fue el principal rubro afectado por la caída del empleo, con el 7%, seguido por la industria manufacturera, con 4,6%, y el comercio, 3,6%, que engloban a la mayor parte del total de empleados del sector privado. La minería lideró los sectores con mejor desempeño con un alza interanual de 4,3%.