El panorama para el sacerdote José Aguilera dentro del proceso eclesiástico, que se abrió contra él por denuncias de abuso sexual, es cada vez más complicado. Se asentaron nuevas acusaciones que ya llegarían a cinco.
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El panorama para el sacerdote José Aguilera dentro del proceso eclesiástico, que se abrió contra él por denuncias de abuso sexual, es cada vez más complicado. Se asentaron nuevas acusaciones que ya llegarían a cinco.
Ante el Tribunal Eclesiástico local, organismo que investiga a sacerdotes acusados de abuso, se radicó hace al menos un año una primera denuncia por abuso sexual contra el cura. Esa primera presentación fue elevada a Roma, a la Congregación de la Doctrina para la Fe, que analizó los elementos presentados y autorizó a abrir el proceso de investigación.
En febrero, El Tribuno dio a conocer que el Tribunal iniciaría el juicio eclesiástico contra Aguilera. Una vez hecha pública la noticia, se sumaron dos casos más, pero que, a diferencia de la primera acusación, se asentaron también en el ámbito penal. Ahora, diferentes fuentes señalaron que mientras las autoridades eclesiásticas tomaban los testimonios por las tres denuncias radicadas, surgieron nuevos casos. Sumados a los anteriores llegarían a ser cinco las personas que acusan al religioso por el mismo delito: abuso sexual. Desde el Tribunal Eclesiástico no confirmaron este dato, aunque tampoco lo negaron.
Ante la primera noticia de que el cura estaba bajo investigación, el sacerdote y su círculo íntimo negaron la existencia de tales denuncias. Sin embargo, desde el Arzobispado se emitió un comunicado en el que se confirmaba dicho proceso. Aunque también se encargaron de resaltar, como en los demás casos de abuso en los que vienen interviniendo, que se cuida la buena fama del acusado. "En este contexto, hasta que no se llegue a la sentencia definitiva rige estrictamente la presunción de inocencia", advirtió el juez vicario, el sacerdote Loyola Pinto y de Sancristóval.
Las dos denuncias penales que se elevaron en la Justicia expusieron hechos que se habrían sucedido hace 20 y 17 años aproximadamente, mientras el cura estaba a cargo de la parroquia de Campo Santo. Los dos denunciantes eran adolescentes al momento de los sucesos denunciados, y sus relatos coincidieron en varios puntos. La identidad de los dos quedó bajo reserva, pero se denunciaron filtraciones que quedaron asentadas dentro de la causa.
Se señala que las filtraciones se deberían a que personal del Juzgado de Garantías 5, a cargo de la causa, pertenece a la Universidad Católica, donde el sacerdote tenía una gran influencia.
Al radicarse las denuncias, la Justicia solicitó la detención de Aguilera, señalando que podría influir en el proceso. El religioso estaba a cargo de la parroquia del barrio Santa Lucía, era docente en el colegio Dante Alighieri y en la Universidad Católica de Salta, donde además era capellán. En la misma casa de altos estudios estaba a cargo de la Pastoral Juvenil. Desde dicho grupo se comenzó una férrea campaña en defensa de su referente bajo la consigna #YoEstoyConVos, y que derivó en una marcha en la Ciudad Judicial.