inicia sesión o regístrate.
El Tribunal Oral Federal (TOF) 2 rechazó ayer dos planteos con los que el detenido empresario Lázaro Báez buscaba que se postergara el inicio del juicio que comienza hoy, desde las 12, en el que está investigada la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner por el supuesto direccionamiento de la obra pública vial en Santa Cruz durante el kirchnerismo. La defensa de Báez había presentado el viernes recusaciones contra dos de los tres jueces que integran el tribunal oral que hoy comenzará a juzgarlo junto con la expresidenta, el exministro de Planificación Julio De Vido y otros 11 imputados.
Los abogados de Báez reclamaron, además, que el juicio no comience hasta tanto se resolviera el planteo que formularon, algo que ocurrió ayer.
Las recusaciones fueron planteadas en relación a los jueces Rodrigo Giménez Uriburu y Adriana Palliotti (la jueza suplente del TOF 2), quienes también juzgan a Báez en la causa por supuesto lavado de dinero.
La defensa de Báez había sostenido que podría darse un caso de prejuzgamiento, algo que ayer desestimó el TOF 2, según informaron a Télam fuentes judiciales.
El tribunal que juzgará a Báez y a la expresidenta, entre otros, está integrado Giménez Uriburu, Andrés Basso, Jorge Gorini y tiene a Palliotti como cuarta jueza.
La expresidenta junto a doce personas están acusadas de formar una presunta asociación ilícita que favoreció a Báez, con la adjudicación de 52 obras públicas en Santa Cruz entre 2004 y 2015 por 46.000 millones de pesos.
El juicio comenzará hoy, se extenderá por casi un año y contará con la declaración de unos 160 testigos.
La primera actividad será la lectura de los requerimientos de elevación a juicio de los fiscales Gerardo Pollicita e Ignacio Mahiques, de los dos organismos querellantes, la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera, y el auto de elevación del juez de instrucción Julián Ercolini.
Esta lectura demandará unas cuatro audiencias, desde hoy y luego todos los lunes, hasta que pueda agregarse un día más.
La asistencia de los procesados es obligatoria en la etapa de lectura de las acusaciones, declaraciones indagatorias y al final del debate, para alegatos y veredicto.
Seguridad y organización
Ayer, los tribunales federales de Comodoro Py se preparaban para el juicio que comenzará hoy contra Cristina Kirchner con un refuerzo importante de seguridad en el interior y exterior del edificio del barrio porteño de Retiro, además de la organización para los más de 70 medios acreditados junto al operativo especial por la presencia de la expresidenta.
A primera hora de la mañana de ayer representantes de la defensa de Cristina Kirchner, a cargo de Carlos Beraldi, mantuvieron un encuentro con personal a cargo de la seguridad del edificio, en el interior del cual habrá apostados unos 70 policías federales.
Cristina Kirchner ingresará por el sector lateral próximo a Retiro y por donde solo la separa a no más de diez metros de la sala de audiencias “AMIA”: el espacio con mayor capacidad de todo el edificio, ya que tiene la posibilidad de albergar un total de 162 personas.
Desde el Tribunal Oral Federal 2 ya se avisó a la seguridad que todo el público debe estar sentado, y ello comprende el lugar, en la tribuna superior de la sala, para los periodistas de más de 70 medios de comunicación acreditados, tanto nacionales como internacionales.
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola, quienes estaban reunidos ayer, serán los acusadores junto a las querellas del Poder Ejecutivo, la Oficina Anticorrupción y la Unidad de Información Financiera.
Tras las jornadas de lectura de la acusación, se dará la posibilidad de realizar planteos de las partes para más tarde pasar a las indagatorias, de las cuales podrán hacer uso o no.
Cristina Kirchner ingresará por el subsuelo donde ella solo tendrá ese acceso permitido, en tanto que el resto de las partes y el público lo harán por un lugar distinto.
Además, se va a disponer de todo un vallado perimetral al acceso a Cristina Kirchner y de distintas zonas del edificio sumado a que se han reforzado los ingresos con la presencia de una garita de seguridad y personal de la Policía Federal.