El padre de Hugo Santillán, el boxeador santafesino que se desvaneció mientras esperaba el fallo de su pelea ante el uruguayo Eduardo Abreu en San Nicolás, dijo que, si bien en las ultimas horas mejoró un poco el panorama, su hijo se encuentra en un estado muy delicado. “Está en manos de Dios”, indicó.
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El padre de Hugo Santillán, el boxeador santafesino que se desvaneció mientras esperaba el fallo de su pelea ante el uruguayo Eduardo Abreu en San Nicolás, dijo que, si bien en las ultimas horas mejoró un poco el panorama, su hijo se encuentra en un estado muy delicado. “Está en manos de Dios”, indicó.
“Nosotros pensábamos que era un tema de la presión. No pensamos nunca que era tan crítico”, reconoció Hugo, quien con el correr de las horas entendió que el panorama era realmente complicado: al llegar a la clínica, los médicos le explicaron que no tenía muchas probabilidades de salvarse.
“Tuvieron que operarlo por una inflamación en la zona del cerebro”, reveló el padre del púgil y agregó: “Sufrió dos paros cardíacos: uno durante la operación y otro estando en terapia intensiva”.
“Hugo la está peleando. Ahora estamos con un poquito más de ánimo porque lentamente está evolucionando”, señaló. “No tenemos seguridad de nada, pero está en manos de Dios y sé que va a estar ahí para que salga adelante”, agregó.
Santillán, de 23 años y oriundo de la localidad de Ceres, se desvaneció mientras escuchaba el veredicto de la pelea. Al notar la situación, le aplicaron oxígeno y luego lo trasladaron a una clínica, donde se encuentra internado.
El púgil santafesino, de 60 kilogramos, cayó ante el uruguayo Abreu (61,200 kilogramos) que defendió con éxito la corona Latino Plata de categoría Ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Santillán tenía suspendida la licencia hasta el próximo martes 30 de julio, por decisión de la Federación Alemana, tras la derrota que sufrió en junio pasado con el armenio-germano Artem Harutyunyan, en Hamburgo.