Cuando la tenista Jelena Dokic se retiró del circuito profesional en 2014, se perdió. La deportista profesional que llegó a estar en el 4 puesto del ranking mundial, cosechó 10 títulos en la WTA y llegó a las semifinales de Wimbledon cayó en una profunda depresión.
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Cuando la tenista Jelena Dokic se retiró del circuito profesional en 2014, se perdió. La deportista profesional que llegó a estar en el 4 puesto del ranking mundial, cosechó 10 títulos en la WTA y llegó a las semifinales de Wimbledon cayó en una profunda depresión.
Pero Jelena es fuerte: “unbreakable” (irrompible). Con ese término tituló su autobigrafía que fue publicada en 2017 y que marcó el comienzo de su reconstrucción. Una recorrido que la llevó a enfrentar a su padre y a tomar el control de su vida y su cuerpo.
A los 36 años parece haber hecho las paces con ella misma y haber dejado de batallar para volverse en una referente de la vida sana y positiva. Su recuperación es ejemplo e inspiración para muchos.
Tenía 11 años cuando emigro desde Yugoslavia a Sydney, Australia con su familia y comenzó su primer lucha: la de llegar a la cima del circuito profesional de tenis femenino.
Esa lucha fue oscura, solitaria e inimaginablemente triste. Basta con leer el relato que hace en su autobiografía de una conversación telefónica con su padre Damir Dokić. La charla sucedió instantes después de perder la semi final de Wimbledon frente Lindsay Davenport en 2000.
“En un tono nonótono y cansino, su vozarrón delata que él estaba borracho. Conozco ese tono; es el tono del vino blanco y probablemente unos vasos de whisky. Está enojado. Furioso porque perdí. Su voz retumba en el teléfono, ‘Sos patética, una vaca sin esperanza, no vuelvas a casa. Sos una vergüenza. Quetadate en un hotel“
“‘Pero papá..’ digo en tono tranquilo, intentando alegar algo a mi favor.‘Busca un otro lugar donde dormir’, gritó tan fuerte como pudo. ‘Quedate en Wimbledon y dormí en algún lugar. No me importa’.
Esa noche, cerca de las 11pm, Jelena fue encontrada durmiendo en el lounge de jugadores. Alam Mills, un árbitro de Wimbledon, se encargó de llevarla a un hotel.
Una vez que dejó el circuito, tuvo el valor de denunciar los abusos de su padre. “Me golpeaba física y emocionalmente”, recuerda en su libro Unbreakable.
Pero al hacerlo comenzó una nueva batalla contra sí misma. Se deprimió y llegó a pesar 120 kilos. Se rehusaba a salir de su casa y rechazaba trabajos. Pero su fortaleza, su capacidad para enfrentar la adversidad y su resiliencia la ayudar a salir.
“No era saludable ni estaba en forma, pero lo que era más importante, era muy infeliz, sin confianza. No quería salir de la casa e incluso rechacé las oportunidades de trabajo porque era muy insegura e infeliz”, dijo en una entrevista durante el presentación de su libro.
“Luché contra la depresión durante más de 10 años, pensé en terminar mi vida innumerables veces y casi me suicido hace poco más de 10 años. Recuerdo los momentos difíciles, pero al mismo tiempo estoy feliz”, relata.
Hace un año, Jelena comenzaba su reconstrucción. Perdió peso, pero sobre todo ganó confianza y comenzó a agradecerle a la vida todo lo que tiene hoy: amor, salud, la vida.
Sobre esta transformación dice desde su cuenta de Instagram: “No se trata solo de perder peso, sino de tener un estilo de vida saludable y equilibrado y desarrollar hábitos saludables pero sostenibles para el resto de su vida. Espero poder inspirarlos y motivarlos a todos. No importa lo que intenten lograr, se puede hacer.”