En diálogo con El Tribuno, Francisco Ramírez, propietario de una finca cercana al lugar del accidente contó: “Tomamos conocimiento del accidente anoche, cuando terminamos nuestras tareas de campo y quedamos asombrados con lo que sucedió, porque siempre andan helicópteros por ahí pero no muy bajo”.
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En diálogo con El Tribuno, Francisco Ramírez, propietario de una finca cercana al lugar del accidente contó: “Tomamos conocimiento del accidente anoche, cuando terminamos nuestras tareas de campo y quedamos asombrados con lo que sucedió, porque siempre andan helicópteros por ahí pero no muy bajo”.
“Yo tengo al frente un cerro y me animaría a decir que pasan a 1.000 metros no por la cima, sino un poco más abajo por el lecho del río pero no tan bajo”.
Ramírez, recordó: “Siempre van y vienen helicópteros, yo no se si van a la zona de Anta por lo que hacen esta ruta”. Contó, además, que conoce al titular de Salta Rafting, propietario de la tirolesa en la que impactó la aeronave. “Lo conozco al señor ‘Grillo’ hará unos 15 años, desde que se instaló con este tipo de emprendimiento turístico. Primero era rafting y luego adosó la tirolesa. Yo vi los cables, tres o cuatro que cruzan de un lado a otro de un cañadón”, dijo.
El lugareño aclaró: “El primer cable viendo desde la ciudad está más alto que el de las tirolesas. Ese tiene las correspondientes señalizaciones. Es muy visible. Creería que el más alto estará a unos 150 metros de altura (con señalización) y los otros a unos 40 metros”.
El lugar del accidente se encuentra muy cerca de la ruta provincial 47, a 90 km de la ciudad de Salta, sobre el lecho del río (Juramento) que a esa altura es poco profundo. “Es muy lamentable esta situación por las personas que perdieron la vida y por el empresario turístico", al que Ramírez calificó de muy buena gente.