Durante los primeros días del corriente mes un megaoperativo de las fuerzas federales sorprendía a Salta y Tucumán. Los procedimientos se sumaron al que se venía realizando desde hacía más de un año contra una banda que operaba en una falsa iglesia evangélica conocida como Filadelfia. Era una pantalla de la organización criminal.
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Durante los primeros días del corriente mes un megaoperativo de las fuerzas federales sorprendía a Salta y Tucumán. Los procedimientos se sumaron al que se venía realizando desde hacía más de un año contra una banda que operaba en una falsa iglesia evangélica conocida como Filadelfia. Era una pantalla de la organización criminal.
Luego de una larga y minuciosa investigación, los sabuesos pudieron determinar que la líder de la banda era una mujer conocida como La Tía Eva. La organización se dedicaba a la trata de personas, lavado de dinero, delitos contra la integridad sexual de menores y adultos, contra la identidad y contra la vida, entre otros.
Según la investigación, los miembros de la Filadelfia sustraían a los menores de sus padres biológicos y después los inscribían como hijos de varias mujeres de la organización, pero como si todos esos delitos fueran pocos, esta banda habría cometido la instigación al suicidio al haber inducido a la muerte a un joven que se había reconocido como homosexual, un hecho por el que sufrió permanentes hostigamientos y agresiones que finalizaron con su trágica muerte. La policía identifica a La Tía Eva como líder, junto a dos cómplices. Están acusados de dos abusos sexuales bajo el pretexto de acciones "religiosas".