Tras el inicio de la cuarentena total por la pandemia de coronavirus nadie puede entrar o salir del país. La medida tomó por sorpresa a muchos los turistas extranjeros que estaban recorriendo el país y quedaron varados en Salta. Algunos se encuentran en una situación desesperante y todavía no se sabe qué va a pasar con ellos.
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Tras el inicio de la cuarentena total por la pandemia de coronavirus nadie puede entrar o salir del país. La medida tomó por sorpresa a muchos los turistas extranjeros que estaban recorriendo el país y quedaron varados en Salta. Algunos se encuentran en una situación desesperante y todavía no se sabe qué va a pasar con ellos.
Por la gran afluencia turística que tiene Salta, son muchas las personas de otros países que están "encerradas" en la ciudad luego del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que impuso el aislamiento social preventivo obligatorio, con consecuencias que se van agravando con el correr de las jornadas.
Sin embargo, hay extranjeros que ya empezaron a organizarse para saber cuántos están en la misma situación y los países de los que son originarios. El objetivo es comenzar a reclamar algún tipo de salvoconductos para sus naciones de orígenes.
Bruno Pereira de Lima Aranha es un investigador de la Universidad Federal de Río de Janeiro que ingresó al país el pasado 11 de marzo.
En ese momento, no se sabía iba a ser necesaria una medida de cuarentena en el corto plazo. Llegó por Foz de Iguazú y se dirigió hacia la ciudad de Posadas, en donde tiene un vínculo laboral relacionado a lo académico. A los pocos días concluyó sus tareas y decidió visitar la provincia de Jujuy.
Cuando comenzaron las medidas del Ejecutivo argentino para la prevención de la pandemia, Bruno comenzó su retirada; pero no le alcanzaron los tiempos. La suspensiones de los vuelos complotó.
En poco tiempo, el investigador carioca se encontraba en la terminal de ómnibus de Salta, donde no dejaban subir a ningún extranjero a los micros. Fueron momentos de locura, descontrol y paranoia. Eso ocurrió entre el 18 y 19 de marzo.
"No solo que no nos dejaron salir en los micros sino que nadie nos quería recibir. Los hoteles, los alquileres y los alojamientos nos cerraron las puertas y tuvimos que estar en las calles un buen tiempo", relató.
El investigador detalló que, de a poco, se empezó a encontrar en las calles con extranjeros que estaban en la misma situación y que luego consiguieron un lugar para quedarse.
Allí se agruparon y al día de ayer eran 12 extranjeros entre brasileños, franceses y un español en un lugar que prefieren no identificar por el gran temor que hay en la sociedad local.
"Si bien yo soy un solo brasileño en ese lugar, ya comenzamos a comunicarnos con mucho otros que estamos varados en varios lugares de Salta. Ya nos comunicamos con consulados y con la Embajada y no hay respuestas. Nuestra situación es desesperante porque se nos están acabando los recursos y no sabemos hasta cuándo se va a extender esta situación", dijo Bruno.
Reclaman a su país un salvoconducto, pero es evidente que el presidente Jair Bolsonaro no tiene la mira puesta en esas acciones.
El contacto
En Salta la situación de los turistas extranjeros es muy difícil. No pueden ni asomarse a la calle, no pueden comprar alimentos ni medicamentos.
Contaron que no los dejan ingresar a los comercios ni mucho menos los trasladan los autos de alquiler. Por alguna información equivocada los vecinos salteños les temen.
Ante esa realidad, Bruno propone conformar una lista de personas que están en la misma situación para poder reclamar algún tipo de política que los contemplen. Los que estén interesados en comunicarse con él, pueden hacerlo por WhatsApp al 5511997548676.