El lunes 6 de enero último dos delincuentes irrumpieron en una estación de servicio ubicada sobre la ruta nacional 34 y la avenida Adriano, en la ciudad de Tartagal, y se llevaron el jugoso botín de 1 millón de pesos. Ayer, desde el Ministerio Público Fiscal de la provincia informaron que dos personas -hermanos- y un cómplice fueron detenidos e imputados.
inicia sesión o regístrate.
El lunes 6 de enero último dos delincuentes irrumpieron en una estación de servicio ubicada sobre la ruta nacional 34 y la avenida Adriano, en la ciudad de Tartagal, y se llevaron el jugoso botín de 1 millón de pesos. Ayer, desde el Ministerio Público Fiscal de la provincia informaron que dos personas -hermanos- y un cómplice fueron detenidos e imputados.
El fiscal penal 1 de Tartagal, Gonzalo Vega, imputó a Cristian Iván y a Sergio Cigarra como coautores del delito de robo calificado por el uso de armas, y a Javier Oscar Saravia como partícipe secundario del mismo delito, por un hecho ocurrido el pasado 6 de enero al mediodía.
Según consta en las actuaciones, los hermanos Cigarra llegaron a bordo de una motocicleta a la estación de servicio y uno de ellos ingresó a la oficina armado y apuntando al encargado y a un empleado administrativo, se llevaron una cifra cercana al millón y medio de pesos, y luego huyeron en la motoci cleta.
Finalmente y como resultado del análisis de cámaras de seguridad, recepción de testimonios y tareas de inteligencia, personal policial logró individualizar a los hermanos Cigarra y a Saravia como los principales sospechosos del hecho. Lo que aún no se sabe es el paradero del dinero sustraído por los delincuentes.
Lo que en ese momento se pudo saber fue que cerca de las 12.45 dos personas a bordo de una moto 150cc, con cascos y camperas de lluvia, ingresaron a la playa de estacionamiento y se dirigieron directamente a la oficina del lugar. Dentro de la pequeña oficina dos empleados se encontraban ordenando los fajos de billetes para partir hacia una sucursal bancaria. Uno de los sujetos descendió de la motocicleta, ingresó a al lugar con un arma de grueso calibre con la que apuntó a la cabeza de ambos empleados. Los empleados levantaron las manos y los delincuentes se fueron con el dinero.