Como parte de una medida política muy contundente, la Municipalidad de Salta decidió que los agentes de tránsito no labren más actas de infracción, sino que se aboquen a una tarea de "ordenador urbano, involucrados en la prevención y la educación". Las multas serán labradas por el área de Seguridad Vial de la Policía.
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Como parte de una medida política muy contundente, la Municipalidad de Salta decidió que los agentes de tránsito no labren más actas de infracción, sino que se aboquen a una tarea de "ordenador urbano, involucrados en la prevención y la educación". Las multas serán labradas por el área de Seguridad Vial de la Policía.
Ante este escenario, los trabajadores de Tránsito se declararon en asamblea y no están prestando servicio. Es más, ayer por la tarde, se reunieron con ediles en el Concejo Deliberante. Con explicaciones sin muchos fundamentos, César Molina, titular del gremio Ademus, dijo ayer a este diario: "Los trabajadores se sienten avasallados", y agregó que esperan que desde el Concejo salga una ordenanza donde se explique que le quitan a los trabajadores de tránsito la facultad de labrar multas.
Desde la comuna, fue el propio Daniel Nallar, titular de la Coordinación Jurídica y de Procuración, quien señaló que esto es una decisión política y que nadie quedará sin trabajo. "Queremos que el agente municipal tenga un rol de ordenamiento urbano y disciplina ciudadana. Que esté involucrado en lo que es la materia preventiva y educativa", dijo el funcionario.
Y agregó que todo lo que tenga que ver con multas estará reservado a la Dirección de Seguridad Vial de la Policía, teniendo en cuenta un convenio suscripto con la fuerza. "Viene desde hace muchos años y nosotros queremos hacerlo operativo, llevarlo a la práctica y hacer procedimientos con ellos", dijo.
El sindicalista Molina puso en duda la vigencia y legalidad del convenio con la Policía, por lo que señaló que quiere que sean los concejales quienes reafirmen o no el acuerdo con la fuerza.
Los trabajadores de Tránsito están en pie de lucha y piden que se saque de esa dependencia a uno de los directores: Diego Alvarado, quien comenzó a cumplir funciones en esta gestión. Desde el gremio Ademus, dijeron que ya se juntaron 200 firmas para que sea sacado del cargo, por supuestos malos tratos. Desde la comuna afirman que el funcionario no es bien visto porque da órdenes precisas para el funcionamiento de esta cartera.
En Tránsito de la comuna trabajan poco más de 300 personas. Esta es una de las áreas más conflictivas que tiene el municipio capitalino y en todas las gestiones se repiten las protestas y la no prestación de servicio.
Desde la actual gestión municipal afirmaron que no hay ninguna razón para iniciar una medida de fuerza, ya que no hay ninguna afectación de algún derecho laboral.
"En materia laboral (que ya no labren multas) los beneficia, los revaloriza. Ahora ellos tienen solo un perfil de control, pero con la nueva función tendrán contacto con la gente permanentemente. Hay un plan de acción y capacitación para ellos, ya que tiene que ver con la planificación urbana de la ciudad", afirmó Nallar.
Hace dos semanas, el municipio lanzó el Plan de Movilidad Sustentable por medio del cual se busca que haya una circulación más fluida en el centro de la ciudad. La idea es que esté garantizado el distanciamiento social, mediante la implementación de bicisendas seguras y peatonalizando diferentes calles. Esto hace que comience a cambiar un poco la mentalidad de los salteños a la hora de circular, por lo que se quiere involucrar a los agentes en esta nueva etapa.
Reclamo por ropa
Hace 10 días, el personal del área de Tránsito había presentado una serie de pedidos a las autoridades municipales con distintos requerimientos que hacen a las condiciones laborales.
Daniel Nallar contó ayer que mantuvieron una reunión, en la que les comentaron sobre la compra de elementos y herramientas de trabajo. También se compraron elementos que hacen a la seguridad laboral en medio de la pandemia, como barbijos, alcohol en gel, entre otros.
También, desde la Municipalidad, se tramita el arreglo de una grúa que no funcionaba y se comenzó el procedimiento para la compra de camperas de invierno para los trabajadores. Una vez que el diálogo estaba encaminado en esta materia, el reclamo por no labrar multas tensó la cuerda.