Una gran incertidumbre se generó en la capital salteña tras el cierre de la Fiscalía Penal 4 de Villa Mitre. Ayer al mediodía se dio a conocer que de manera temporal y preventiva la dependencia del Ministerio Público cerraba sus puertas y todo el personal, incluido el fiscal de la unidad 6 de barrio Solidaridad Juan Marcos Ezequiel Molinati (que eventualmente estuvo en la oficina Villa Mitre), fue puesto en cuarentena.
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Una gran incertidumbre se generó en la capital salteña tras el cierre de la Fiscalía Penal 4 de Villa Mitre. Ayer al mediodía se dio a conocer que de manera temporal y preventiva la dependencia del Ministerio Público cerraba sus puertas y todo el personal, incluido el fiscal de la unidad 6 de barrio Solidaridad Juan Marcos Ezequiel Molinati (que eventualmente estuvo en la oficina Villa Mitre), fue puesto en cuarentena.
"La decisión se adoptó en virtud de que personal administrativo de la Fiscalía de Villa Mitre, ubicada en la zona este de la capital salteña, habría estado en contacto indirecto (cuarta línea de contagio) con un posible caso positivo de COVID-19 (situación no confirmada hasta el momento)", se informó en un primer momento desde el área de Prensa del Ministerio Público Fiscal, a cargo del procurador Abel Cornejo.
Más tarde, desde la misma fuente, se difundió la nota que la jefa del Servicio Médico del Ministerio Público, María Florencia Wayar, le mandó al procurador ayer a modo de resumen de las actuaciones por la situación de un empleado de la Fiscalía de Villa Mitre, que es la que motivó las medidas preventivas.
Según el documento, el "empleado de dicha Fiscalía es pareja de un contacto estrecho de dos personas que dieron positivo a COVID-19".
También se informa la orden impartida a los agentes de la oficina afectada para que se contacten con el 911 a efectos que informen la relación con el empleado con posible contagio. Y se aclara que se siguen las instrucciones de los especialistas de la Central Operativa de Control y Seguimiento (COCS), que atiende los casos sospechosos y positivos de la enfermedad del coronavirus en la provincia.
En tanto, el procurador Cornejo dispuso que todo el personal cumpla sus funciones desde sus hogares, con guardias telefónicas las 24 horas y que el fiscal de General Güemes, Gabriel González, quede a cargo de los actos impostergables de ambas fiscalías (la de Villa Mitre y Solidaridad).
Peligro
Una de las primeras enseñanzas que dejó la pandemia del COVID-19 en el mundo es que la desinformación puede ser tan perjudicial como la misma enfermedad. Hay un antídoto: informar e informarse con fuentes confiables. Y en este caso esas fuentes tienen que ser los organismos oficiales que están administrando los recursos para contener la pandemia. Esa pata es la que no está funcionando y el gobernador lo pudo palpar en carne propia en su última visita a Orán, donde fue duramente cuestionado por personal de Salud y periodistas, quienes justamente pedían información de calidad.
Sobre la situación de la Fiscalía de Villa Mitre, desde este diario se intentó en varias dependencias corroborar un rumor que surgió ayer por la tarde. Distintas fuentes extraoficiales manejaban la versión de que el contacto estrecho del trabajador habría alojado a las dos personas positivas de COVID-19 fugadas de Aguaray, quienes después retornaron a Neuquén. Nadie pudo finalmente confirmar o desechar ese dato.
Esas dos personas no son las que se había dicho que eran. Se comunicó que eran hermanos que volvieron desde Plaza Huincul, Neuquén, para ver a un familiar enfermo de Aguaray. En realidad, los viajantes eran un hombre de 64 años y su esposa de 54, quienes aunque provienen de la misma provincia residen en Cutral Có y ya fueron puestos en cuarentena en el sur del país. Por cierto, la información proviene desde la Patagonia. Ahora otra duda: ¿dónde se contagió la pareja?
Medidas en las cárceles
Tras el registro de nuevos casos de COVID-19 en los últimos días en Salta, el Ministerio de Seguridad de la Provincia fortaleció las medidas de bioseguridad en las distintas unidades carcelarias a fin de extremar las medidas sanitarias para resguardar a la población penal y al personal penitenciario.
Se redujo a un 70% el ingreso de visitantes a las personas privadas de libertad y después de los casos positivos de Orán se suspendieron temporalmente las visitas en las unidades carcelarias 3, 9 y en la Alcaidía del departamento norteño.
También se fabricaron cabinas de desinfección con el aporte del sector privado. Las medidas de higiene general se reforzaron al máximo en pabellones y dependencias administrativas.
Las acciones y supervisiones de protocolos son articuladas con profesionales de la Dirección General de Coordinación Epidemiológica del Ministerio de Salud y de la Defensoría General de la Provincia.