El pasado 9 de julio, después de que el gobernador de la provincia Gustavo Sáenz conmemorara la declaración de la Independencia desde el paraje Los Toldos e inaugurara la ruta por la cual se une esa localidad con territorio provincial, sin necesidad de pasar a territorio boliviano, la esperanza volvió a varias comunidades ubicadas en la costa del río Tarija, que viven idéntica o peor situación que los toldeños: para llegar al municipio al que pertenecen, que es General Mosconi, deben hacer una travesía de más de 200 kilómetros, a pesar de que en línea recta lo separan de la plaza principal del pueblo unos 25 kilómetros.
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El pasado 9 de julio, después de que el gobernador de la provincia Gustavo Sáenz conmemorara la declaración de la Independencia desde el paraje Los Toldos e inaugurara la ruta por la cual se une esa localidad con territorio provincial, sin necesidad de pasar a territorio boliviano, la esperanza volvió a varias comunidades ubicadas en la costa del río Tarija, que viven idéntica o peor situación que los toldeños: para llegar al municipio al que pertenecen, que es General Mosconi, deben hacer una travesía de más de 200 kilómetros, a pesar de que en línea recta lo separan de la plaza principal del pueblo unos 25 kilómetros.
Se trata de los parajes Madrejones, Medialunas, Baúle y Trementinal, que padecen el aislamiento desde siempre y que para llegar a General Mosconi deben primero cruzar unos 60 kilómetros por territorio Boliviano, ingresar por la localidad boliviana de Bermejo hasta el límite entre ambos países, cruzar hacia la localidad oranense de Aguas Blancas y recién desde allí bajar hacia el departamento San Martín, en una travesía de unos 220 kilómetros.
Pero si algún día pudieran contar con un camino vecinal deberían llegar a Vespucio, usar un camino que usan las empresas petroleras, ubicado al oeste de la localidad, y desde allí en un paso estarían en General Mosconi. Y no se trata solo de la distancia. Desde marzo y a raíz de la pandemia atravesar territorio boliviano para reingresar a la Argentina con la cantidad de restricciones que imperan en ambos países es una travesía imposible. Por ese motivo semanas atrás esas 300 familias que residen en esa alejada zona recibieron víveres y medicamentos pero vía aérea, después de gestiones realizadas por el intendente de Mosconi, Isidro Ruarte.
Grupo expedicionario
En los primeros años de la década del 90 y casi en coincidencia con la privatización de YPF un grupo de vecinos de Mosconi conformaron un contingente que tenía el objetivo de encontrar restos arqueológicos para crear un gran museo en la localidad de Campamento Vespucio. Lo formó y lo encabezó por años Dante Tejada Aparicio, un bohemio y aventurero al que le siguieron en ese sueño otros mosconenses como él. Entre ellos estuvo el periodista Sergio Torres, quien recuerda aquellos recorridos que hacían a lomo de mula por los alrededores de Campamento Vespucio buscando esas preciadas piezas que finalmente terminaron en la creación del museo del petróleo que hay en esa localidad.
"Así llegamos a conocer esos parajes tan alejados como Baúle, Madrejones, Medialunas y Trementinal. Siempre estuve enamorado de esos lugares, donde se aprecia toda la grandeza de la naturaleza pero, sobre todo, reconociendo el valor y sacrificio de los pobladores, que para venir a comprar 1 kg de harina a General Mosconi tienen que recorrer más de 200 kilómetros", recordó el comunicador.
El grupo expedicionario fue el principal propulsor de que ese lugar se conociera y que los sanmartinianos al menos supieran que existía, y que allí vivían familias de norteños.
"Con algunos mapas que les acercamos, el Regimiento 28 de Infantería llegó por primera vez a ese lugar y apadrinaron una de las escuelitas. Con los años se levantó un albergue en esa alejada y olvidada región, pero hoy la necesidad de esas familias pasa por tener un camino que los conecte con General Mosconi", precisa Torres.
Desde Campamento Vespucio "se puede transitar más hacia el noroeste por los caminos que abrió la empresa Pan American y que mantiene en excelentes condiciones. Para llegar a Madrejones la Provincia tendría que abrir unos 15 kilómetros más y todas esas familias tendrían la posibilidad de ir y venir, estar conectadas con el resto del municipio de Mosconi y sobre todo se podrían abastecer de medicamentos y alimentos. Hoy es muy díficil llevarles algo porque no se puede ingresar a territorio boliviano, y además la zona está tan abandonada que los lugareños denuncian que hay cazadores y madereros furtivos que están diezmando la riqueza natural de las Yungas", señaló To rres.