Artistas, actores, músicos, bailarines, artesanos se juntaron ayer en un sector del Paseo Balcarce para reclamar que se apruebe una ley de emergencia cultural, que sirva para auxiliarlos en tiempos duros como los que se viven en estos momentos, por el avance del coronavirus.
inicia sesión o regístrate.
Artistas, actores, músicos, bailarines, artesanos se juntaron ayer en un sector del Paseo Balcarce para reclamar que se apruebe una ley de emergencia cultural, que sirva para auxiliarlos en tiempos duros como los que se viven en estos momentos, por el avance del coronavirus.
Desde mediados de marzo pasado, la actividad cultural y artística está paralizada, casi en su totalidad. Y este sector, que vive al día, se vio totalmente afectado. Y agrava la situación que no hay un horizonte de cuándo volverá la actividad a ser "normal".
Si bien ya se autorizó para que algunos rubros artísticos vuelvan a trabajar, la gran mayoría sigue a la espera de volver a la actividad, mientras tanto el bolsillo no da para más.
Carlos Vargas es músico y anoche oficiaba como uno de los voceros de la protesta. En diálogo con El Tribuno, contó que el parate pegó muy fuerte entre los artistas. "Hay muchos músicos que vendieron instrumentos, otros hasta se desprendieron de sus medios de movilidad", aseguró.
En cuanto a la ley, que esperan que se trate el próximo 18 de agosto en la Cámara de Diputados, detalló algunos puntos:
* Se otorguen subsidios equivalentes al salario mínimo, vital y móvil.
* Una tarifa social para los impuestos (agua, luz y gas).
* Estar incorporados a la obra social IPS, ya que los artistas al tener trabajos precarizados no tienen cobertura social.
* Armar protocolos acordes para todas las actividades artísticas y regular las presentaciones vía streaming.
Al tiempo que reclamaron políticas culturales de fondo, en las que se contemplen capacitaciones, becas y congresos, que apunten a la formación de los artistas.
Controles
Ayer, en distintos puntos de la ciudad se realizaron controles por el aumento de traslados de personas. Más allá de que están prohibidas las reuniones familiares, y por ende las de tinte social, decenas de personas se movilizaron y la Policía paró a muchos vehículos.