La vacuna contra el coronavirus COVID-19 no quedó exenta en la grieta argentina. Si bien la llegada de las primeras 300 mil dosis de Sputnik V fue celebrada por gran parte del país, otro sector no se mostró conforme con la procedencia de la misma. Dos reconocidos médicos salteños fueron consultados por El Tribuno sobre la vacuna rusa y cada uno tomó su postura. Mientras Marcelo Nallar, gerente del hospital Oñativia, decidió no aplicarse la primera dosis "porque no tiene un aval de un organismo internacional", el extitular del COE Francisco Aguilar, fue uno de los primeros en vacunarse.
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La vacuna contra el coronavirus COVID-19 no quedó exenta en la grieta argentina. Si bien la llegada de las primeras 300 mil dosis de Sputnik V fue celebrada por gran parte del país, otro sector no se mostró conforme con la procedencia de la misma. Dos reconocidos médicos salteños fueron consultados por El Tribuno sobre la vacuna rusa y cada uno tomó su postura. Mientras Marcelo Nallar, gerente del hospital Oñativia, decidió no aplicarse la primera dosis "porque no tiene un aval de un organismo internacional", el extitular del COE Francisco Aguilar, fue uno de los primeros en vacunarse.
Nallar indicó que "son varias las razones" sobre el motivo de no haberse aplicado la vacuna. "Primero porque no estoy en la primera línea, hay otras personas que pueden ser vacunadas antes que yo, personas que están más en contacto con pacientes contagiados", dijo y agregó que otro motivo fue porque "si bien el instituto que la hizo la vacuna en Rusia (el centro Gamaleya) tiene los suficientes pergaminos para que sea creíble, prefiero en lo personal ver el visto bueno de organismos internacionales y nacionales como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, EMA (la Agencia Europea de Medicamentos es una agencia de la Unión Europea) y la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) y como no me contagié, tomando las medidas necesarias, considero no apurarme en la vacuna y esperar la autorización", dijo.
El gerente del hospital Oñativia reiteró que no sospecha del laboratorio ruso "porque es de renombre internacional, con premios nobel en medicina", pero busca que las dosis sean aprobadas por organismos internacionales.
Al ser consultado si es que se aplicaría la vacuna de Pfizer u Oxford, dijo: "Si están autorizadas, si siempre y cuando toda la gente más expuesta que yo esté vacunada, si me vacunaría".
Nallar dejó en claro que "es parte de la libertad de optar si uno quiere vacunarse o no. A mis pacientes les digo lo mismo: y es una decisión personal hacerlo y les recuerdo que para el desarrollo se tarda años y debido a la pandemia se acortó. La mínima garantía que prefiero es que algún organismo internacional lo verifique".
Una postura contraria a la de Nallar fue la del extitular del Comité Operativo de Emergencia (COE) provincial, Francisco Aguilar. El cirujano del hospital San Bernardo quien se vacunó el pasado miércoles, se mostró satisfecho tras haberse aplicado la primera dosis.
"Marcelo, a quien quiero, está en su derecho a decir que no quiere vacunarse, pero es una persona pública y es peligroso decirlo porque puede hacer dudar a la gente".
"Desde mi óptica, ninguna empresa gastó tantos miles de millones de dólares para hacer un producto que sea peligroso, así que le digo a la gente que no hay que tenerle miedo", expresó.
El extitular del COE comentó a este diario que en muchos casos, las dudas sobre la efectividad de la vacuna se debe a la grieta política que existe en el país. "Admito que esto tiene un tinte político, pero no es lo importante. Lo cierto es que ya tenemos una vacuna, y hay muy pocas dosis para mi gusto, pero no se sabe cuando va a llegar la vacuna inglesa ni la norteamericana".
"Entiendo a la gente que le cuesta creer, pero hay que tener cuidado con el mensaje que a veces damos", dijo respecto a la postura de Nallar. Y agregó: "Cuando digo que hay que tener cuidado con lo que se dice es porque hay que tener en cuenta que la vacuna llegó muy rápido. Antes de los 12 meses de conocida la enfermedad la tuvimos, así que tengamos prudencia. Son todos laboratorios serios. Gamaleya de Moscú tiene investigaciones destacadas en otras áreas y no va a lanzar al mercado algo que pueda provocar algo en la salud".
"La gente tiene derecho de dudar, pero hay que tener en cuenta también que el sector privado se bancó una gran cantidad de pacientes y ninguna obra social reconoció el total del monto económico que se perdió", expresó respecto al daño que dejó la pandemia en la provincia.
Aguilar también dialogó sobre la logística de la vacuna y opinó sobre las dosis de Tucumán que tuvieron que ser desechadas tras perder la cadena de frío. "Está bien que en Tucumán hayan blanqueado lo que pasó y descartaran la caja que no tenía los 17 grados bajo cero. Es una logística tan precisa que no admite errores, pero está bien lo que se hizo en esa provincia porque de los errores se aprende. Hay que aclarar que si perdés la cadena de frío y aplicás, no le causas daño al paciente sino que le estás aplicando agua y no le va a causar efecto".
El cirujano del hospital San Bernardo se vacunó el miércoles pasado y contó sus sensaciones tras aplicarse la vacuna: "Cuando te la aplicás, te puede doler el brazo, te explican que podés sentir un síndrome febril, pero no me pasó. Es impecable cómo armaron el Centro de Convenciones, te da sensación de seguridad de lo que están haciendo". Y contó que después del 20 de enero debe aplicarse la segunda dosis. "Es bueno aclarar que si bien tengo que ponerme la vacuna nuevamente a partir del 21, no necesariamente tiene que ser ese día sino puede ser 48 o 72 horas después".