Santiago Maratea, el joven que saltó a la fama por su cuenta de Instagram y terminó haciendo una carrera en los medios de comunicación, volvió a ser noticia este martes por una iniciativa que propuso a sus seguidores y que dio qué hablar en redes sociales.
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Santiago Maratea, el joven que saltó a la fama por su cuenta de Instagram y terminó haciendo una carrera en los medios de comunicación, volvió a ser noticia este martes por una iniciativa que propuso a sus seguidores y que dio qué hablar en redes sociales.
“Te hago una pregunta, de casualidad, ¿tenés 10 pesos?”, comenzó el día el instagramer, con una idea solidaria para ayudar a una comunidad wichi en Salta. La misión detrás de esta iniciativa es llegar a acumular dos millones de pesos para comprar una ambulancia y donarla a Omar Gutiérrez, un joven de la comunidad wichi Misión Chaqueña, que sueña con convertirse en el primer abogado de esta aldea salteña. La historia de perseverancia y resiliencia de Omar integró el proyecto Redes Invisibles de LA NACION, que mostró cómo los prejuicios limitan las oportunidades de los jóvenes más vulnerables y refuerzan su situación de pobreza.
En una serie de historias, el joven contagió de solidaridad a sus seguidores con un simple cálculo en el cual planteó que, si todas las personas que miran sus historias de Instagram donarán $10 pesos, se podría alcanzar rápidamente el monto necesario para ayudar a esta comunidad. En pocas horas, esa teoría quedó demostrada, y la cuenta del hombre comenzó a recibir miles de transferencias anónimas.
En cinco horas, la iniciativa alcanzó el millón de pesos acumulados por lo que la noticia se volvió viral. Muchos usuarios celebraron la acción del instagramer en Twitter y reflexionaron sobre “el poder de la unidad” a la hora de lograr cualquier causa social.
“Tengo un poco de emoción y de vértigo. Es una locura que los influencers y sus seguidores puedan llegar a organizar a la vez y comprar una ambulancia para una comunidad que el estado olvida”, expresó Maratea. Y agregó en una de sus historias: “No subestimen el ocio productivo”.
Fuente: La Nación