En el marco del 45º aniversario del comienzo de la última dictadura cívicomilitar, referentes de organizaciones de derechos humanos marcharon ayer por la ciudad de Salta y advirtieron que notan que, cada vez más, hay discursos públicos que atentan contra la democracia y el Estado de derecho.
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En el marco del 45º aniversario del comienzo de la última dictadura cívicomilitar, referentes de organizaciones de derechos humanos marcharon ayer por la ciudad de Salta y advirtieron que notan que, cada vez más, hay discursos públicos que atentan contra la democracia y el Estado de derecho.
Lamentaron que, en muchos casos, estas voces negacionistas de los delitos de lesa humanidad que se cometieron en Salta y en la Argentina provienen de funcionarios públicos y legisladores tanto provinciales como nacionales.
En una jornada sin actos oficiales de la Provincia ni de la Municipalidad, Elena Rivero, referente de la asociación Coca Gallardo, recordó que últimamente ha habido actos de vandalismo en sitios de la memoria en diferentes puntos del país y consideró que estos “atentan contra la democracia”.
Mencionó que líderes políticas cuestionaron la figura moral que representa Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo: “Si bien son cosas aisladas, hay que llamar la atención porque existe el peligro de que se instaure ese pensamiento que, por ahora, por suerte, es minoritario”.
Rivero señaló que en Salta también hay funcionarios públicos y legisladores que defienden el terrorismo de Estado y promueven proyectos contrarios a los derechos humanos, como la baja de de edad de la imputabilidad, o que defienden el accionar violento de la Policía.
“Hay gente que, con su discurso, está en contra de la democracia”, pronunció y advirtió que es clave que se logren leyes contra el negacionismo, para lo cual informó que hay proyectos a nivel nacional y provincial.
“Creemos que hay que ponerles un dique de contención a los negacionistas, a los que siguen rememorando lo que pasó en el 76 con nostalgia... Nosotros lo rememoramos para crear la memoria colectiva y para evitar que esos hechos vuelvan a repetirse en la actualidad”, expresó.
Javier Flores, quien acompañaba a su madre, Blanca “Nenina” Lescano, de Familiares de Detenidos-Desaparecidos por Razones Políticas y Gremiales, observó que “hay un grupo de personas que reivindica los procesos” y recordó que “un ministro de la gestión pasada dijo que el del 55 había sido su golpe favorito”.
“Hace unos años se viene normalizando que algunos digan que les caen bien los golpes militares. Eso es preocupante...”, evaluó.
Flores consideró que es fundamental tener memoria y saber que lo que pasó fue cierto. “Desaparecieron a 30 mil personas. Es una locura y nos tiene que seguir pareciendo una locura. No podemos permitir que se normalice el decir que fueron menos o que no fue para tanto... Últimamente se lo escucha bastante”, lamentó.
No solo el 24 de marzo
Desde algunas organizaciones consideraron que era importante salir a las calles, a pesar de la pandemia, para defender la democracia y los derechos humanos, aunque evaluaron que esta tarea se extiende a cada día del año.
“Los derechos humanos no solo se defienden en marzo sino que todo el tiempo todas las organizaciones -no solo las de DDHH- tenemos que defenderlos y denunciar en todos los casos las violaciones que existan”, manifestó Rivero.
“Es importante estar acá para decir ‘nunca más’. No queremos nunca más ese tipo de violencia. Fueron 30 mil compañeros desaparecidos que pelearon por un ideal y acá estamos las generaciones posteriores para decirles que valió la pena y que no va a pasar nunca más”, agregó Flores, quien lamentó la escalada de violencia que hay en toda Latinoamérica y el avance de las derechas en el mundo.
Nora Leonard, de la asociación Lucrecia Barquet, comentó que el de ayer era “un homenaje a los miles y miles de compañeros detenidos-desaparecidos que luchaban por un mundo más justo y más humano”.
“Nosotros queremos que esto nunca se olvide y vamos a seguir luchando por una sociedad más justa, como ellos la soñaron”, agregó y pidió: “Nunca más violación de derechos humanos. Nunca más terrorismo de Estado”.
Leonard destacó que en Salta hubo más de 10 juicios de lesa humanidad con sentencia, pero todavía quedan varios pendientes: “Tenemos urgencia para que eso se acelere porque nos puede correr la impunidad biológica: se mueren los genocidas y también nos morimos nosotros...”.
Educar en la memoria
Desde las organizaciones de DDHH insistieron en que es clave que en las escuelas se enseñe de manera crítica lo que sucedió durante la última dictadura cívicomilitar.
“Pedimos que los derechos humanos sean puestos de relevancia en la currícula escolar en la provincia”, exclamó Rivero.
“Si bien existe alguna referencia en los planes de estudio, queremos que haya una memoria histórica de lo que pasó en Salta: que se sepa qué pasó con Miguel Ragone, qué organizaciones de DDHH se formaron durante la dictadura, qué pasó en Palomitas y que el golpe de Estado no sea analizado como una fecha más, sino en un contexto político económico, social e, incluso, latinoamericano”, agregó.
Silvia Domínguez, de la asociación Lucrecia Barquet, lamentó que muchas veces en las escuelas no se respeta la importancia que tiene este día.
“Es uno de los feriados más nuevos en nuestro país, que nos permite tomarnos el tiempo para rememorar”, expresó la mujer y pidió mantener la lucha por la memoria, la verdad y la justicia “para que nunca más se vuelvan a repetir estos hechos”.
“Hagamos memoria como sociedad y en las escuelas también... Recordemos, analicemos y estudiemos este día porque una dictadura es algo insostenible para el ser humano: ataca la dignidad humana”, expresó.