Empresas de cosmética y farmacia les cobran a las mujeres un 10,8 por ciento más que a los hombres por productos que son idénticos, solo que traen presentación de otro color. El dato surge de un relevamiento que realizó Focus Market, a cargo del economista Damián Di Pace, sobre el denominado "impuesto rosa".
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Empresas de cosmética y farmacia les cobran a las mujeres un 10,8 por ciento más que a los hombres por productos que son idénticos, solo que traen presentación de otro color. El dato surge de un relevamiento que realizó Focus Market, a cargo del economista Damián Di Pace, sobre el denominado "impuesto rosa".
En la previa al Día Internacional de la Mujer, se difundió un informe que da cuenta de la persistencia del sobreprecio que deben pagar las argentinas, sobre todo, en artículos de higiene personal y farmacia.
Una colonia de 50 mililitros de la misma marca sale un 20 por ciento más si es para mujeres. Una máquina de afeitar es un 11 por ciento más cara si viene con empaque rosa, que además sostiene el estereotipo de que ese color es "femenino" y debe identificar a todas las mujeres.
Un perfume para nenas cuesta un 11 por ciento más que uno del mismo tamaño para varones, siempre hablando de la marca más conocida del mercado argentino para este tipo de productos.
El "impuesto rosa" es el sobreprecio que tiene un bien o servicio solo por estar dirigido al público femenino a través de diseños que parten de estereotipos de género.
El relevamiento de Focus Market abarcó 515 puntos de venta de todo el país y se centró en 14 artículos pertenecientes a 5 categorías diferentes.
En 2020, el mismo estudio había detectado un sobreprecio de 12,3% en los productos destinados a mujeres. La leve reducción en el impuesto rosa podría asociarse al cuestionamiento que viene afrontando en los últimos años esta conducta por parte de los fabricantes, sin embargo habrá que repetir el monitoreo por varios años más para ver si la tendencia se sostiene.
Un analgésico que el año pasado costaba un 3,6% más en la presentación destinada a mujeres, ahora cuesta igual que el que viene en el envase común. Algo similar pasó con los desodorantes a bolilla, que en 2018 costaban un 5,5% más si eran femeninos, pero en 2020 y 2021 igualaron su precio con los de varones.
El informe marca que las argentinas vienen pagando un sobreprecio por productos de similares características e idéntica funcionalidad desde hace al menos cuatro años.
A esto se suma el costo mensual que deben afrontar las mujeres por los productos de gestión menstrual, que implican una carga más para las ciudadanas en un país en el que, además, todavía ganan menos por igual tarea que sus compañeros varones.