La situación que era conocida por todos y que El Tribuno demostró, la venta de turnos de la Anses, despertó un enardecido debate. Los hechos que investiga la Justicia federal pone en discusión el funcionamiento del organismo nacional. El problema de los turnos es la punta del ovillo detrás del cual, aseguran, hay otras cuestiones mayores.
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La situación que era conocida por todos y que El Tribuno demostró, la venta de turnos de la Anses, despertó un enardecido debate. Los hechos que investiga la Justicia federal pone en discusión el funcionamiento del organismo nacional. El problema de los turnos es la punta del ovillo detrás del cual, aseguran, hay otras cuestiones mayores.
Desde ATE, sindicato relacionado a la entrega irregular de turnos por la persona que asentó la denuncia, aseveró que nada tienen que ver y que se trata de "una operación mediática". Relacionaron el hecho a cuestiones políticas en la que involucraron a Federico Núñez Burgos, exgerente del Anses. Mientras que el actual defensor del pueblo por la Ciudad de Salta, los acusó de "no querer trabajar". Además advirtió que durante su gestión hizo una investigación interna por el tema de los turnos.
"Los empleados del Anses no tienen nada que ver", aseguró Antonio García, uno de los tres delegados de ATE dentro del organismo. "Una imagen es de la AFIP que está lejos y otra de una librería que no es dentro de la Anses", destacó. Al mismo tiempo aseguró que la vinculación del sindicato con los hechos los perjudica.
De los cien empleados que posee la Anses, 60 son afiliados al gremio de empleados públicos.
El gremialista aseveró que el hecho es "una disputa del poder político que quiere manejar la Anses", y vinculó a Federico Núñez Burgos y Martín Grande "que son de Cambiemos, y dos personas que estaban dirigiendo que eran de La Cámpora y nosotros quedamos en medio de la disputa política", advirtió.
Por su lado, Federico Núñez Burgos descartó que los hechos que investiga la Justicia federal se trate de una cuestión política. "Eso sería si se está inventando, pero hay una realidad, que nadie consigue turnos", aseveró. "Lamentablemente García debe estar priorizando no ir a trabajar a costa de sus compañeros que sí van para mantener la poca atención que hay en la Anses. Hay un puñado que no trabaja y por unos pagan todos", agregó respecto a la escasez de turnos.
Si bien García reconoció que "la venta de turnos es real", despegó a los trabajadores. "Nosotros no sabemos ni cuántos turnos hay. Son turnos que da la web, nosotros no tenemos acceso privado", sostuvo. Y aseveró que hace un tiempo le pidieron a las entonces autoridades regionales que "se solucione el tema" y pusieron a disposición sus claves para que se confirmara si los turnos vendidos salieron de sus máquinas.
En tanto, el exgerente del Anses advirtió que durante su gestión hizo una investigación interna por el mismo tema, a raíz de que detectó que muchos turnos se sacaban de una misma computadora. "Había gestores, personas privadas, como abogados previsionalistas. Les pedimos que nos expliquen por qué pedían tantos turnos de gente que finalmente no iba. Con esa gestión que me llevó la enemistad de muchos profesionales que se encargan de estas cosas, pudimos ampliar la cantidad de turnos".
Núñez Burgos aseveró que durante su gestión, de 2015 a 2017, se daban 1.600 turnos diarios y contrastó que "ahora decían que daban 140, me quiero morir", lamentó.
Sin embargo, García destacó que la peor gestión fue la de Núñez Burgos, "por eso duró tan poco, pero siempre cae parado y ahora es Defensor del Pueblo a pesar de su desempeño deficiente", destacó. Según el sindicalista, la escasez de turnos tiene que ver con falta de recurso humano, edilicio, además del sistema informático. "No hay capacidad operativa, hay 5.900 empleados públicos de la administración provincial en situación de jubilarse, y nosotros no podemos cubrir esa demanda", argumentó.
El gremialista rechazó, además, a los actuales interventores del organismo, situación por la cual, afirmó, ayer le elevaron un pedido de informe a Fernanda Raverta, directora ejecutiva del organismo. "Se manejan como militantes, debemos soportar atropellos. No son compañeros de carrera", se quejó.