River recibió un cachetazo impensado en la Copa Libertadores y deberá disputar el próximo partido con un futbolista de campo en el arco. Esta situación se confirmó luego de conocerse que la Conmebol rechazó el pedido que realizó el club de incluir en la lista de buena fe a dos arqueros juveniles con el objetivo de cubrir las cuatro bajas por coronavirus de los guardametas que había habilitado para el torneo.
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River recibió un cachetazo impensado en la Copa Libertadores y deberá disputar el próximo partido con un futbolista de campo en el arco. Esta situación se confirmó luego de conocerse que la Conmebol rechazó el pedido que realizó el club de incluir en la lista de buena fe a dos arqueros juveniles con el objetivo de cubrir las cuatro bajas por coronavirus de los guardametas que había habilitado para el torneo.
Finalmente, el ente le informó por correo electrónico (ingresó a la cuenta del club a las 15.28) al millonario que decidió no darle el visto bueno al requerimiento que había elevado la dirigencia durante el lunes por la noche. La Comisión Directiva no se sorprendió porque las relaciones con el ente que regula el fútbol sudamericano desde hace rato están en crisis. Frente a este contexto, Marcelo Gallardo deberá apelar a uno de los diez futbolistas de campo que le quedan habilitados para este torneo y utilizarlo en la posición del arquero en el duelo del miércoles a las 21 frente a Independiente Santa Fe de Colombia en el Estadio Monumental.