El acusado por el crimen de Santino, el niño salteño de 4 años y medio, y del abuso sexual de su madre, ocurridos en febrero de 2020 en la ciudad santacruceña de Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, confesó durante un juicio abreviado que participó del ataque, por lo que la semana próxima se dictará sentencia en su contra.
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El acusado por el crimen de Santino, el niño salteño de 4 años y medio, y del abuso sexual de su madre, ocurridos en febrero de 2020 en la ciudad santacruceña de Puerto Deseado, provincia de Santa Cruz, confesó durante un juicio abreviado que participó del ataque, por lo que la semana próxima se dictará sentencia en su contra.
El imputado, actualmente de 18 años pero que tenía 16 al momento del crimen, participó de una audiencia en forma remota desde la Unidad Penitenciaria 15 de Río Gallegos, Santa Cruz, en la que le admitió a los jueces Mario Albarrán, Jorge Alonso y Juan Pablo Olivera, y al fiscal Carlos Rearte, su participación en el abuso sexual de María y en el asesinato de Santino.
Por su parte, María se conectó a la audiencia desde Rosario de la Frontera, lugar de residencia.
Fuentes judiciales informaron a Télam que el miércoles se presentaron los alegatos, y que la Cámara fijó la lectura de la sentencia para el mediodía del 1º de septiembre próximo.
“El fallo no va a tener mucha sorpresa porque hay una confesión y lo único que se puede hacer en esta etapa es declarar la responsabilidad penal del imputado y transitado un plazo mínimo que prevé la ley penal de minoridad, un año, recién se podrá decidir si se dispone o no pena”, explicó un vocero judicial.
Según la fuente, al tratarse de una persona que era menor de edad al momento del hecho “no se le puede imponer la pena más grave”, aunque en la acusación se “incorporó el agravante por cuestión de género”, dado que el juez de primera instancia había convenido que hubo “un importante componente de sexismo y de odio hacia el sexo femenino” en el abuso sexual, asesinato y robo.
Los hechos de aquél fatídico día
El 20 de febrero de 2020, María y Santino, habían viajado a Puerto Deseado desde Rosario de la Frontera para visitar a un hijo mayor de la mujer.
El muchacho dejó a su madre y al pequeño en la playa Cavendish para que pasearan y visitaran la “Cueva de los Leones”, y fue en ese momento en que ambos fueron interceptados y atacados por el adolescente de 16 años y por un hombre de 33 llamado Omar Alvarado.
Alvarado se quitó la vida en marzo de 2020, cuando estaba detenido en la Comisaría 4ª de Caleta Olivia.
El vocero judicial señaló que “el joven dijo que le alcanzó (a Alvarado) una piedra más grande para pegarle a la mujer”, lo que lo convierte en cómplice y partícipe necesario del crimen.
El segundo imputado, en tanto, admitió que él y Alvarado habían ido “a robar a la zona de la costa” porque su cómplice “necesitaba plata para el hijo”.
Al llegar a la Cueva de los Leones, los delincuentes notaron que había poca gente. Cuando “otras personas se retiraron de la zona, la mujer quedó con su hijo, la atacaron para robarle y como tenía poca plata Alvarado decidió abusar de ella”, relató la fuente judicial.
“Ella reacciona, lo golpea con una roca y como ella le vio el rostro él decide matarla para no volver a caer preso como había estado en Comodoro Rivadavia”, agregó.
El adolescente “cuidaba del chiquito” mientras Alvarado sometía a su madre a un abuso sexual, y “antes de retirarse Alvarado decide llevar a la zona de la playa donde había rocas y ultimarlo”.
“Del abuso, el acusado participó dándole unos cordones (a Alvarado), por eso se lo acusa de partícipe, y no dijo haber participado de homicidio del chico, como tampoco lo acusó la querella de esa situación”, agregó el informante.
Sin embargo, el fiscal Rearte acusó al joven de participar del crimen del niño “en base a una prueba de la que no se hizo una ampliación del requerimiento y va a ser motivo de análisis en la sentencia”, concluyó la fuente.