El fútbol es, para muchos, el deporte más hermoso del mundo, y representar a un país, sea cual fuera la especialidad, suele ser para cada deportista un motivo de orgullo supremo y un sueño que pocos pueden alcanzar, producto de años de esfuerzo para recoger frutos. El llamado a la Selección argentina es, en casi todos los casos, producto de la ganancia dentro de la sana pulseada meritocrática de una competencia por un lugar.
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El fútbol es, para muchos, el deporte más hermoso del mundo, y representar a un país, sea cual fuera la especialidad, suele ser para cada deportista un motivo de orgullo supremo y un sueño que pocos pueden alcanzar, producto de años de esfuerzo para recoger frutos. El llamado a la Selección argentina es, en casi todos los casos, producto de la ganancia dentro de la sana pulseada meritocrática de una competencia por un lugar.
Sin embargo, en el caso del Fútbol 7 femenino, actividad que aún no está nucleada ni reconocida por la Asociación del Fútbol Argentino, que no cuenta con apoyo de ningún estamento gubernamental y a la que le es muy difícil poder generar recursos a través de sponsors o acompañamientos comerciales, para cumplir un anhelo de gloria y superación no solo es necesario el empeño a destajo de quien defiende y practica esta disciplina, sino también es menester superar una dificultad económica para quienes deben financiarse sus propios sueños.
Este es el caso de Carla Raspa y Luciana Xamena, dos jóvenes de 25 y 28 años que aman el fútbol, ampliamente destacadas, que fueron convocadas para representar a nuestra provincia en la Selección argentina para competir nada menos que en el Mundial de Fútbol 7 femenino que se desarrollará en Río de Janeiro, Brasil, del 22 al 29 de noviembre de este año.
Al tratarse de una disciplina totalmente amateur, sin reconocimiento de AFA y con nulo apoyo gubernamental, tanto en la provincia como a nivel nacional, Carla y Luciana necesitan disponer de 150 mil pesos cada una para poder costearse viaje y estadía durante el desarrollo de la Copa del Mundo.
Y lo cierto es que las peñas y los torneos relámpagos infantiles que ellas organizaron para poder costearse sus sueños no son suficientes y apelan a la ayuda de la comunidad, de empresas, emprendimientos, o de algún ente oficial.
Para poder ayuda a Carla y a Luciana está a disposición una cuenta con el CBU Nº: 2850136540095061760198 (Alias: CUL.DEPORTIVA), o los interesados en realizar un aporte también pueden comunicarse al teléfono 3874669736.
“Juego al fútbol desde chiquita, cuando acompañaba a mi papá que jugaba los sábados. En esa época no era tan reconocido el fútbol femenino y no me fue fácil encontrar un lugar, hasta que hace años comencé a formar parte de la selección salteña de Fútbol 7. Al viajar a Villa Gesell a jugar un torneo tuvimos la oportunidad de que nos viera el técnico de la Selección de Fútbol 7 y ahí comenzó todo”, contó Carla.
“Entre las dos salteñas convocadas a la Selección argentina decidimos, junto a la coordinadora en Salta del fútbol 7, hacer una campaña, no solo para que puedan darnos una mano, sino también a ayudar a que se conozca más esta disciplina que no cuenta con apoyo, que pueda haber más competencias acá, que se visibilice. Hay dos clubes que nos prestaron sus predios para organizar un torneo infantil y próximamente una peña. Nosotras solo disponemos de la indumentaria para jugar y necesitamos solventar pasajes y estadía en Brasil”, expresó Carla en diálogo con El Tribuno.