Un hecho que habría sido interpretado como una "traición" se transformó en el disparador para que una pareja terminara lesionada con arma blanca y hospitalizada. Versiones cruzadas indicaron que el hombre, de 36 años, encontró a su mujer con otro, tomando bebidas alcohólicas, y no dudó en atacarla poniendo en riesgo la vida de su pareja. Sin embargo, la otra cara de la moneda apuntó que fue ella quien atacó a su ahora expareja y luego se autolesionó. El hecho ocurrió en la madrugada de ayer en un barrio de Tartagal y milagrosamente no terminó con una fatalidad.
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Un hecho que habría sido interpretado como una "traición" se transformó en el disparador para que una pareja terminara lesionada con arma blanca y hospitalizada. Versiones cruzadas indicaron que el hombre, de 36 años, encontró a su mujer con otro, tomando bebidas alcohólicas, y no dudó en atacarla poniendo en riesgo la vida de su pareja. Sin embargo, la otra cara de la moneda apuntó que fue ella quien atacó a su ahora expareja y luego se autolesionó. El hecho ocurrió en la madrugada de ayer en un barrio de Tartagal y milagrosamente no terminó con una fatalidad.
El episodio es confuso y confronta los testimonios de uno y otro. Lo cierto es que es materia de investigación. Un alerta retumbó en las oficinas de la comisaría 42 de Tartagal e informó sobre personas heridas, una comisión de efectivos policiales se trasladó hasta el barrio Ryan, entre las calles Río Pilcomayo y Ecuador. Con algunos vecinos como testigos, la mayoría curiosos intentando saber lo que había pasado tras escuchar gritos, los uniformados se entrevistaron primero con la mujer y presunta damnificada.
Según el relato de la joven, mientras el sábado por la noche, entre las 2 y 3.30, se encontraba "tomando algo" con un vecino, llegó su pareja a la vivienda y comenzó a preguntarle qué hacía con ese hombre, sostuvo que le asestó una puñalada en la zona de la pantorrilla con un cuchillo tipo sierrita. La denunciante dejó entrever que el hombre se retiró del inmueble, sin embargo al cabo de algunos minutos regresó y la violencia volvió a brotar.
Los policías encargados de interrogar a los presentes en la escena del hecho dialogaron con el presunto atacante, quien manifestó que cuando regresó a su domicilio fue violentado por la mujer. Dijo que, con una pinza, su pareja lo hirió por la espalda. Sostuvo que le dio un puntazo en el omóplato derecho y que, luego del ataque, la joven se habría autolesionado.
Ambos fueron trasladados al hospital zonal. Ahora será la Justicia la que deberá determinar, con las pruebas iniciales colectadas y el resto de la instrucción, qué versión se asemeja a la verdad y actuar en consecuencia.
La violencia intrafamiliar volvió a hacer de las suyas en un hogar.