Desde que comenzó el año la cifras no ceden y cada semana se informa la muerte violenta de una mujer, es decir muertes no vinculadas a causas naturales. Con el asesinato de la mujer de Solidaridad la Justicia investiga 10 casos de este tipo en lo que va del año, pero los femicidios son cuatro confirmados.
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Desde que comenzó el año la cifras no ceden y cada semana se informa la muerte violenta de una mujer, es decir muertes no vinculadas a causas naturales. Con el asesinato de la mujer de Solidaridad la Justicia investiga 10 casos de este tipo en lo que va del año, pero los femicidios son cuatro confirmados.
Florencia Sánchez, directora del Observatorio de Violencia Contra la Mujer (OVCM), organismo encargado de relevar los datos en la provincia sobre violencia de género, recordó los dos primeros femicidios confirmados, el caso de Nuri Klimausaskas, en Orán, y el primero del año, el caso de la finca de El Potrero, en Rosario de la Frontera. "El resto de las muertes están en proceso de investigación", indicó.
El año pasado desde el OVCM se contabilizaron 10 femicidios y en el 2021 fueron 11, la mayoría cometido por parejas o exparejas. "Cada vez más casos ocurren en la vía pública", advirtió Sánchez.
Más allá de los femicidios, hubo muertes de mujeres o intentos que demandaron investigación.
El primer caso del año se registró en Rosario de la Frontera, el trece de enero Y.J., de 32 años, fue asesinada con un arma blanca, y su pareja, C.M., de 37 años, tenía un disparo en el rostro. Luego de relevar diferentes testimonios la fiscalía se abocó por ahondar en la hipótesis de femicidio seguido de suicidio.
Mientras el domingo 29 de enero se encontró a una joven en un descampado de un barrio de zona oeste, en Divino Niño. Según el MPF el cuerpo "no presentaba signos de violencia" y se sospecha de un suicidio.
En tanto, febrero se inició con un posible intento de travesticidio, cuando la comediante y conductora Camila Spears fue hospitalizada gravemente al caer de un tercer piso. Luego de algunas contradicciones, su pareja quedó bajo la lupa de la Justicia.
El 9 de febrero Nicole Natasha Yapura, de 18 años, fue encontrada en el piso en el interior de una casa del asentamiento Juan Bautista, de Atocha, y su pareja Leonel Leinton, de 23 años, quedó demorado. No hubo más información del caso.
El tercer hallazgo del año en la zona oeste fue el 11 de febrero, en Villa Asunción, otra joven fue hallada muerta en la vía pública. A partir de testimonios se investigó un posible suicidio y adicciones.
A la semana del tercer caso, Nuri Klimausaskas murió luego de caer de un cuarto piso de un edificio en Orán. En un principio se investigaba un posible suicidio, luego se conocieron testimonios de gritos anteriores a la caída y una publicación en redes sociales de Nuri que decía: "Gustavo me cagaste la vida". Su pareja, Gustavo García Viarengo, quedó imputado en forma provisional como autor del delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de género por la fiscal Carreras. Según el OVCM este sería el segundo femicidio confirmado en lo que va del año.
El sexto caso se trataría de un suicidio,el 24 de febrero en Güemes una mujer fue encontrada sin vida y sin evidentes signos de violencia.
En tanto, el séptimo caso ocurrió también en el interior, pero con una extranjera. El 28 de febrero la norteamericana Delores Dorrain Naea fue hallada sin vida en Tolombón, Cafayate. Su pareja, Bernard Naea, aseguró que la dejó sola para ir por ayuda luego de perderse mientras practicaban enduro.
La octava muerte violenta se contabilizó en una zona marginal de Salta, en la zona sudeste, en inmediaciones del vertedero San Javier, Alejandra Cardozo apareció maniatada y semidesnuda. Vivía en un asentamiento junto a su hija y padres. Si bien sus familiares hablaron de una pareja violenta, la justicia detuvo a dos hombres que serían quienes merodean la zona tomada por la adicción y la pobreza.
La novena ocurrió en pleno mediodía del caluroso Orán, el 12 de marzo F.A.G. fue apuñalada en pleno centro y por el caso quedó detenida una mujer.
Sánchez aseguró que más allá de que debe investigarse de qué se trata cada muerte, cada una de ellas es un "signo de alarma para la sociedad y para el estado. Cada muerte de cada mujer nos tiene que replantear las estrategias que disponemos para las mujeres que denuncian".
Consultada por los casos confirmados, como el de Orán y el de El Potrero, que no habrían tenido denuncias anteriores, Sánchez destacó la "prevención y acompañamiento", y diferenció lo que sucede en el interior. "No es lo mismo una mujer que atraviesa violencia en una localidad alejada que una mujer en un contexto urbano, con mayor disponibilidad de acompañamiento y asistencia. Es importante que los dispositivos del Estado, las áreas de género y diversidad, o el Polo puedan mejorar estos criterios de intervención a tiempo, para poder articular medidas de prevención, para poder alertar al Ministerio de Seguridad y la policía pueda cumplir con su parte".
La directora, además, destacó la necesaria intervención del entorno de la mujer que atraviesa violencia: "Hay signos y síntomas que pueden ser visibles en un entorno. Un niño muchas veces cuenta que su mamá sufre violencia física y eso también depende de la injerencia que tienen en la escuela para poder alertar cuando esto ocurre, no naturalizarlo y poder advertir estas situaciones".