Una comerciante del rubro construcción denunció ayer públicamente que personas desconocidas utilizan las imágenes de su negocio y los datos del mismo para ofrecer a través de una aplicación de venta llamada Market Place distintos productos de construcción a precios irrisorios o fuera de la realidad, "lo que hace que personas incautas se comuniquen con estos estafadores quienes los convencen para que hagan un adelanto del pedido de materiales a través de transferencias bancarias o por medios digitales, consumándose de esta manera la estafa, ya que nuestro negocio no tiene nada que ver con esas personas y no podemos reconocer ninguna transacción porque directamente no trabajamos con ninguna aplicación", dijo.
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Una comerciante del rubro construcción denunció ayer públicamente que personas desconocidas utilizan las imágenes de su negocio y los datos del mismo para ofrecer a través de una aplicación de venta llamada Market Place distintos productos de construcción a precios irrisorios o fuera de la realidad, "lo que hace que personas incautas se comuniquen con estos estafadores quienes los convencen para que hagan un adelanto del pedido de materiales a través de transferencias bancarias o por medios digitales, consumándose de esta manera la estafa, ya que nuestro negocio no tiene nada que ver con esas personas y no podemos reconocer ninguna transacción porque directamente no trabajamos con ninguna aplicación", dijo.
La propietaria relató anoche a El Tribuno que ya en el 2022 había realizado una denuncia penal por este mismo ardid de usar el nombre de su negocio, la dirección del mismo e imágenes del local comercial para publicitar ofertas con precios que son de locos.
Muchas personas acuden a nuestro local y se encuentran con que el cemento por ejemplo no vale 800 pesos o la barra de hierro del 12 no cuesta 1.500 pesos y nos muestran la captura de las ofertas que realizan estas personas desde algún lugar de la República, donde reciben las transferencias de dinero que algunas personas les envían para "supuestamente" señar el material que desean adquirir.
La comerciante dijo que a su local llegó un hombre con un ticket por 44.000 pesos a retirar el material que había señado a través de una transferencia hacía unos minutos y a pagar el saldo, cuando nosotros no hicimos ninguna venta on line porque directamente no trabajamos por las redes sociales", dijo.
Los delincuentes dejan los cbu para las transferencias y otras formas de pago. La investigación debiera dar con la gente que realiza estos cobros a distancia y terminar con la estructura delictiva de estas mafias que roban a los más débiles. La ruta del dinero es posible desandarla solo en minutos, dijo una fuente a El Tribuno.
Luego expresó "lo que sucedió ya había pasado varias veces. Algunos vecinos nos hicieron llegar capturas de pantalla donde con el nombre de nuestro negocio y dirección ofrecían materiales de construcción a precios regalado. Por eso lo denunciamos.
Eso sí, cuando ud. se comunica a través del whatsapp con los estafadores, la persona que atiende lo convence para que le transfiera un pago a cuenta para garantizar la venta. Ahí le pasan las distintas formas de pago y luego le comunican que deben pasar por nuestra dirección a retirar el material.
Cuando llegan se dan cuenta que fueron timados y eso nos da una pena enorme porque normalmente caen en esta estafa los más vulnerables", resaltó.
Los números usados son de Mendoza y José C. Paz
La mujer propietaria dijo que tienen miedo de una mala reacción de la gente que fue estafado a través de la web. Nosotros les explicamos que nada tenemos que ver ni con las ofertas ni con la plata que les hicieron transferir.
Tenemos que poner la cara por algo que no podemos solucionar y es por eso que lo hacemos público. Corralón El Trébol de Ciudad del Milagro no utiliza las redes sociales para vender ni ofertar sus productos. Somos una pequeña empresa familiar, no tenemos empleadas ni empleados que manejen redes sociales ni menos que cobren dinero alguno.
La mujer dijo además que sabe que los números que utilizan los embaucadores van cambiando día a día. algunos son de Mendoza otros de José C. Paz, Buenos Aires.
"Por este medio advertimos a todos que no deben tentarse con precios que no existen ya y menos depositar o transferir dinero sin que les hayan entregado el producto".
La mujer expresó que "lamentablemente, la gente más humilde es la que es timada por estos estafadores que seguramente nunca van a pagar por sus fechorías. Igualmente duele saber que algunos con tanto sacrificio buscan construir su casita y son timados en su buena fe desde otras provincias. Es muy grave este tipo de delitos", expresó.