En el marco de la semana del ambiente se realizó en el Centro de Convenciones un nuevo ciclo de Hablemos de lo que se viene: “Un futuro sostenible economía circular”. En este caso se hizo presente la bióloga Ayelen Malgraf, entre otros disertantes, para hablar sobre su nuevo proyecto y la posibilidad que este brinda para combatir la contaminación ambiental gracias a los elementos que se utilizan.
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En el marco de la semana del ambiente se realizó en el Centro de Convenciones un nuevo ciclo de Hablemos de lo que se viene: “Un futuro sostenible economía circular”. En este caso se hizo presente la bióloga Ayelen Malgraf, entre otros disertantes, para hablar sobre su nuevo proyecto y la posibilidad que este brinda para combatir la contaminación ambiental gracias a los elementos que se utilizan.
“¿Alguna vez se imaginaron que podíamos remplazar a los plásticos con hongos?” Fue con la pregunta que inició su discurso sobre como combatir la contaminación con el uso de otras fuentes.
Su emprendimiento tiene que ver con el uso de hongos y biomateriales para el diseño y la fabricación de distintos elementos, el cual se llama “Fungipor”.
Antes de presentar su proyecto recalcó la importancia del mismo, dejando en claro lo bueno que sería de una vez por todas remplazar a los materiales, en este caso los plásticos, por biomateriales para así dejar de lado la mayor parte de la contaminación ambiental.
Esto dejó boquiabiertos a los presentes, ya que se trata de un universo nuevo. La bióloga demostró y explicó en vivo como funciona este emprendimiento.
“Fungipor está ubicado en Cerrillos, nosotros nos dedicamos a diseñar y biofabricar materiales que son realizados con residuos de la agro industria y micelio de hongos que son para remplazar básicamente a todo lo que es el embalaje de el packaging que tanto contamina como los plásticos de un solo uso. Es un biomaterial que se realiza primero con el diseño de un modelo que luego no se fabrica sino que se cultiva desde laboratorio, lleva un proceso de incubación y una vez que está listo ese material dentro de un molde se hace un proceso de secado adquiriendo las características que necesitamos para transportar un producto y sobre todo para protegerlo”, dijo en cuanto a la preparación de sus productos.
También se refirió a como se trabaja para sumergirse al estado y como se está llevando a cabo este proceso gracias al trabajo que se presentó con distintas empresas. “Es algo nuevo pero hoy ya hay un interés desde distintas empresas, por ejemplo una de electrodomésticos de Buenos Aires, o empresas que quieren revalorizar sus productos o comunicar al clientes que hay otra forma de embalar productos”.
El origen de todo esto es de “Hongos del valle” donde Ayelen Malgraf produce, junto a su equipo de trabajo, productos comestibles.
“Tenemos un laboratorio donde empezamos a investigar y estamos preocupados por la creciente demanda de contaminación ambiental y sin tener soluciones concretas que puedan mitigar este impacto ambiental surge Fungipor y vamos creciendo de a poquito junto con el mercado ya que es algo nuevo y recién se está hablando de lo que son los biomateriales”, explicó la bióloga al hablar sobre el origen de su proyecto que tomó fuerza.
Con vistas a lo que viene a corto y a largo plazo en cuanto a su innovador trabajo, Malgraf declaró: “a corto plazo estamos trabajando para algunas empresas de Buenos Aires de packaging estamos haciendo una especie de cuna de vino y wisky que llegan a los consumidores a través de esta empresa y a largo plazo el objetivo es buscar una empresa de electrodomésticos para resaltar un producto y desde allí empezar a comunicar la marca e incorporar este nuevo material.