Un hombre fue condenado a dos años de prisión condicional por el delito de violencia de género, luego de que le recriminara a su expareja que "miraba a policías" en la calle, además de insultarla, golpearla y encerrarla.
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Un hombre fue condenado a dos años de prisión condicional por el delito de violencia de género, luego de que le recriminara a su expareja que "miraba a policías" en la calle, además de insultarla, golpearla y encerrarla.
La víctima explicó ante el juez que mantuvo una relación de siete meses con el acusado, Enrique Puca, de 36 años, informó el Poder Judicial de Salta.
La mujer contó que convivía con el sujeto y relató cómo sucedieron los hechos denunciados.
Puca, que ingería bebidas alcohólicas desde temprano, actuó con violencia cuando acompañó a la mujer a comprar pan. Mientras se dirigían al negocio, comenzó a insultarla acusándola de andar mirando policías y de ponerse calza para mostrar la cola.
Al regresar a la casa, ella tomó su celular y él le recriminó estar mandándoles mensajes a otros hombres. “Sos una trola, yo vi cómo mirabas a los canas”, le dijo y la empujó provocando que se lesionara al caer al suelo. Luego la tomó del cuello y la soltó cuando ella comenzó a llorar. A continuación, la encerró durante cuarenta minutos y, cuando ella se asomó a una ventana, la sujetó fuertemente del brazo, lesionándola nuevamente.
La mujer gritó pidiendo ayuda y su hermano, que vivía en otra pieza, acudió, mientras que la cuñada de la damnificada llamó al Sistema de Emergencia 911.
Puca fue condenado por un fallo de la jueza María Cecilia Flores Toranzos, vocal de la Sala IV del Tribunal de Juicio, por ser el autor material y penalmente responsable de los delitos de lesiones leves agravadas por la relación de pareja previa y por mediar violencia de género, en concurso real con privación ilegítima de la libertad agravada por el uso de violencia y por ser en perjuicio de una persona a la que le debe respeto particular.
Las reglas que deberá cumplir el condenado por violencia de género
Para conservar la prisión en suspenso, durante dos años, el imputado deberá fijar residencia y comunicar cualquier cambio de domicilio sometiéndose al cuidado del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados de Salta; realizar tratamiento psicológico por el tiempo que el profesional determine y presentar cada tres meses las constancias de su realización; abstenerse del consumo de estupefacientes y del abuso de bebidas alcohólicas; prohibición de acercamiento a la denunciante, a su domicilio y lugares donde ella realice sus actividades habituales a una distancia de 200 metros; prohibición de mantener contacto por cualquier medio con la damnificada (teléfono, whatsapp, facebook, redes sociales y medios similares); prohibición de cometer nuevo delito.
La jueza comunicó al Sistema Único de Monitoreo de Agresores (SUMA) para que continúe la vigilancia electrónica impuesta en la causa respecto de la víctima y el acusado por el término de la condena (dos años).