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14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Se quintuplicaron las condenas a mujeres por microtráfico en Salta

El año pasado fueron 60 las mujeres que fueron a la cárcel por narcotráfico. El aumento se observa tanto en las cárceles provinciales como en las federales.
Jueves, 07 de septiembre de 2023 02:39

Son cada vez más las mujeres que caen en la venta de estupefacientes en Salta, así lo reflejan los datos de la Justicia local y federal. En cinco años la provincia quintuplicó las condenas a mujeres por microtráfico. Además, es la segunda provincia con más mujeres presas en cárcel federales, por detrás del penal IV de Ezeiza (Buenos Aires). Este trabajo fue parte del taller de Periodismo Judicial de Datos organizado por ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia) y FOPEA

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Son cada vez más las mujeres que caen en la venta de estupefacientes en Salta, así lo reflejan los datos de la Justicia local y federal. En cinco años la provincia quintuplicó las condenas a mujeres por microtráfico. Además, es la segunda provincia con más mujeres presas en cárcel federales, por detrás del penal IV de Ezeiza (Buenos Aires). Este trabajo fue parte del taller de Periodismo Judicial de Datos organizado por ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia) y FOPEA

Desde el 2013 se aplica en Salta la Ley desfederalización 23.737. Desde entonces los casos de microtráfico ocurridos en territorio salteño son investigados y juzgados por la Justicia provincial. Mientras que bajo la jurisdicción federal quedan los casos de tráfico y microtráfico entre provincias, los ocurridos en rutas nacionales o entre fronteras, como el tráfico de "mulas", en los cuales se transporta la droga ingiriéndolas.

En el caso del fuero provincial, el ascenso de la participación de mujeres en este tipo de delitos se vio reflejados en datos de la Ufinar (Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad): en el 2018 fueron condenadas 12 mujeres; en el 2019, 29; en el 2020, 33; en el 2021, 52; llegando a 60 en 2022.

De esta manera, en cinco años se quintuplicó la cantidad de mujeres condenadas por microtráfico. Mientras que en lo que va del año no se muestra un descenso, ya son 35 las mujeres condenadas.

En el fuero federal, en tanto, el indicador es el aumento de mujeres en las cárceles. En el informe sobre población carcelaria del tercer trimestre del año pasado, la Procuvin (Procuraduría de Violencia Institucional) reflejó el aumento de mujeres privadas de su libertad de un trimestre a otro en un 8,4%. Respecto a este año tampoco en este fuero se avizora un descenso: el informe sobre el primer trimestre del 2023 advirtió un aumento de mujeres en cárceles federales del 2,4% respecto al trimestre anterior: pasaron de 741 a 759 internas.

El último informe de la Procuvin destaca que las mujeres son "el único segmento poblacional que creció". A nivel nacional persiste el aumento de mujeres privadas de su libertad. Y, en ese marco, el Complejo Penitenciario III de Salta aloja a 81 mujeres, lo que equivale al 10,2% del total de internas del país. Con dicho porcentaje queda segunda detrás del penal bonaerense de Ezeiza. El motivo por el cual "el 75% de las mujeres a nivel federal y en las provincias están presas es por microtráfico", aseguró Graciela Dubrez, de OIP (Observatorio Internacional de Prisiones). Esta entidad realiza visitas protocolares a prisiones de todo el país y actualmente trabaja en un informe para el Comisionado de Cárceles de la OEA (Organización de Estados Americanos).

Respecto a la modalidad del delito, un informe sobre microtráfico en el Complejo Penitenciario Federal III de Salta realizado por la Procunar (Procuración General de la Nación) en 2014 mostró que las personas detenidas por "mulas", en su mayoría, eran mujeres.

El microtráfico mediante "mulas" es considerado el más peligroso, ya que supone un riesgo inminente para la vida de quien transporta la droga en su estómago. En junio del año pasado murió en Salta Yolanda Orosco, de 32 años, luego de ser encontrada al costado de la ruta con cápsulas en su estómago. La mujer tenía tres hijos, y por el caso un hombre quedó imputado por femicidio. La Fiscalía Federal a cargo del caso no quiso ampliar la información.

¿Traficantes o víctimas?

Hace tiempo que se advierte el necesario abordaje con perspectiva de género en las causas por microtráfico en las que están involucradas mujeres.

En 1988, luego de estudiar más de 180 causas de mujeres venezolanas detenidas por delitos de drogas, la criminóloga española Rosa del Olmo advirtió que las mujeres latinoamericanas están más expuestas a cometer este delito, no solo por la histórica disparidad estructural en el mercado laboral entre las mujeres y los varones, que redunda en un menor acceso al mercado laboral; sino además "por la crisis económica que atraviesa el continente, y por su condición de dependencia y subordinación frente al hombre se ve obligada a incluir dentro de su margen de adaptaciones que desarrolla para sobrevivir, de ofrecer su fuerza de trabajo en una actividad considerada criminal, como es el negocio de las drogas".

 La mayor participación de mujeres en microtráfico fue confirmada por el fiscal de la Ufinar (Unidad Fiscal contra la Narcocriminalidad), Gustavo Torres Rubelt. La Ufinar se creó en el 2017, luego de la ley de desfederalización y fue una de las primeras fiscalías en el país especializada en microtráfico.

Torres Rubelt explicó que en el microtráfico está "por un lado la persona que lucra y vive como un millonario", mientras que el "eslabón más débil de la cadena está en la distribución, venta, la boca final de expendio". Dentro de este eslabón, el actor más débil, en "la mayoría de los casos" son "mujeres en situación clara de vulnerabilidad económica que vende por diferentes motivos, por violencia de género, por prostitución, por coacción".

Dubrez contextualizó que se trata de mujeres que "son cabeza de familia que tienen a su cargo 3 o 4 hijos que no encuentran otra salida que microtraficar. La inmensa mayoría de ellas son además analfabeto-funcionales, que no comprenden la lectoescritura y que estando en prisión tampoco se lo facilitan".

"Las mujeres son vulnerables y tienen hijos a cargo"

Hace más de 30 años, la criminóloga española Rosa del Olmo ya había advertido además que las mujeres dentro de la estructura criminal serían también discriminadas y ocuparían "papeles secundarios y, en muchas ocasiones, de mayor riesgo, como por ejemplo ocuparse de 'los oficios del hogar' en una casa donde se prepara, almacena o vende la mercancía".

El fiscal de la Ufinar, Gustavo Torres Rubelt, precisó que el microtráfico suele darse en familias que delinquen, dinámica en la cual, si se encarcela a los varones de la familia, "la mujer queda al mando de la casa". Graciela Dubrez, de OIP, confirmó este dato, aunque también agregó que la que está más expuesta "es la mujer que muchas veces se hace cargo para que el hijo no vaya preso, porque el hombre la aprieta, o porque se fuga y la que queda en la casa con los hijos es ella. Además, porque en definitiva la policía es bien machista al igual que el Servicio Penitenciario y ponen el ojo donde hay un quiosquito, donde hay una mujer que pone la cara, pero detrás de eso está el varón que es el que va a buscar la mercadería al mayorista, el que prepara las bolsitas" .

La representante de la OIP destacó que "en realidad no combaten el narcotráfico, lo que se hace es reprimir el microtráfico o la venta al menudeo y esto ocurre con mujeres, niños o adolescentes en estado de extrema vulnerabilidad. Se las llevan y las imputan por delitos graves que a los hombres no lo harían", aseveró.

En este sentido, Torres Rubelt destacó que "es fácil" ir por el eslabón más expuesto de la cadena, el cual muchas veces no tiene ni siquiera "una estrategia de disfraz del delito", y aseguró que desde "hace un tiempo" tanto desde la investigación como en el juzgamiento hay otro abordaje. Para ejemplificarlo el fiscal recordó un caso en el que "antes de que hubiera una clara política criminal de entender que no está ahí el problema", la policía filmó a una joven de 19 años vendiendo droga. "Si bien encuadraba en la tipicidad penal, tenía dos hijos pequeños y vivía en una tapera de plástico. Estaba en una clara situación de vulnerabilidad, ella era otra víctima también", advirtió Torres Rubelt. Para este caso, indicó, se pidió el mínimo de la pena y una condicional.

Dentro de las mujeres que microtrafican están también las que son adictas y venden para financiar su propio consumo. "Las mujeres quedan un despojo, parecen de 40 años y tienen 20", resaltó Dubrez, que agregó que muchas veces si no eran adictas terminan siéndolo por estar en contacto con la "mercadería sin un mínimo recaudo".

Los organismos internacionales, a través de diferentes reportes, instan al abordaje de la justicia con perspectiva de género. La Unodc (la Oficina De Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito) en su Informe Mundial sobre drogas del 2018 indicó "si bien son muchos los factores que explican la participación de las mujeres en el comercio de drogas, se ha demostrado que está condicionada por la vulnerabilidad socioeconómica, la violencia, las relaciones íntimas y las consideraciones de índole económica".

Esto fue también destacado por la Procunar que emitió el año pasado un Informe de "buenas prácticas" para les operadores de justicia, en el que además de citar fallos con perspectiva de género, destacó algunas situaciones, como la mujer que trafica en un marco de trata de personas, en una extrema situación de vulnerabilidad económica, en un contexto de violencia de género o engaño. A estas diferentes situaciones la Procunar indica que se debe tener en cuenta el artículo 5° de la ley de trata 26.364 o la ley 26.485 en los casos de violencia de género, además del estado de necesidad justificante y disculpante contemplados en el artículo 34 del Código Penal. Mientras que para los casos de vulnerabilidad económica indica que se puede acudir al "estado de necesidad justificante" (art. 34, inc. 3 del Código Penal) o a la aplicación del "principio de oportunidad" reglado en los incisos c) y d) del artículo 31 del Código Procesal Penal Federal, los cuales indican poder aplicarse en caso de "si el imputado hubiera sufrido a consecuencia del hecho un daño físico o moral grave que tornara innecesaria y desproporcionada la aplicación de una pena".

Torres Rubelt aseguró que la perspectiva de género no es solo aplicable en los fallos, sino en otorgar ciertos beneficios como las prisiones domiciliarias, con mujeres que tienen niños chicos o están dando de amamantar", especificó. Consultado por la reincidencia aseguró que "se da en muchos casos" y destacó que muchas de ellas están "atrapadas, es una situación de hecho, que la alternativa de un cambio de vida que podrían tener no cubre la urgencia para el vivir, quién las va a contratar con niños pequeños, a veces amamantando. Toda la lectura jurídica que va a conseguir un trabajo suficiente para sustentar a la familia, es caer en fantasía". Por estos motivos, concluyó el fiscal, "la labor de la Justicia es tamizar, indagar, porque en la mayoría de los casos por detrás hay un hombre, y distinguir si se trata de una víctima más".

Dubrez, además del arresto domiciliario, indicó que la Justicia debe creer en la palabra de la mujer "de que no tuvo ninguna otra alternativa", y también "facilitarle un sustento, la obligación de completar sus estudios y elegir un oficio, que por monitoreo de internet se les dé una tablet y les enseñen cómo estudiar desde su casa".

Pero para la representante de la OIP el trabajo no termina en las mujeres que delinquen, ya que "una mirada holística te muestra que las agentes del Servicio Penitenciario también están sometidas a los malos tratos de la jerarquía, y, como la ley del gallinero, ellas son maltratadas y bajan esa frustración bajo las más vulnerables, que son las mujeres".

 

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