Los hechos tomaron rápido alcance nacional. Las aristas eróticas fueron la comidilla de los medios de comunicación.
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Los hechos tomaron rápido alcance nacional. Las aristas eróticas fueron la comidilla de los medios de comunicación.
Los salteños expresaron su repudio en las redes sociales a la contradenuncia realizada por el médico a los pacientes que fueron testigos del caso “Sexo en la Salita” y en el que él fue el protagonista principal. Contradenuncia que dio a conocer el mismo ministro de Salud de la Provincia, Enrique Heredia como respuesta a la inquisitoria periodística.
Efectivamente, al publicarse la decisión del profesional de denunciar penalmente a quienes lo denunciaron a él, la respuesta generalizada de indignación no se hizo esperar y las redes sociales explotaron. Entre comentarios jocosos y otros directamente insultantes, los salteños mostraron su rechazo a la respuesta del profesional.
Comentarios similares produjo la actitud “corporativa” del ministro Heredia que en vez de dar a conocer algún tipo de sanción, más bien habló de la denuncia del médico a los pacientes.
“¡Hay que escracharlo al gran desubicado! ¡Encima se da el lujo de ‘denunciar‘ a los pacientes! Publiquen una foto de él, ¡no se merece trabajar más en ningún lado el asqueroso! Y la enfermera otra t... más! ¡Escrachenlós!”, dice Lourdes Potín Boccanera en el sitio del facebook de El Tribuno. “¡Encima tiene el descaro de hacer eso! Una falta de respeto total hacia los pacientes”, dice Noelia Vidaurre. “Cara dura el médico”, reflexiona Ytan Masa. “¡Nooooo se puede creer! ¡Qué cara dura! Una vergüenza todo el caso, desde el hecho en sí hasta las medidas no tomadas con los protagonistas”, dice Nati Caballero. “Macho, bancatela como un Duque, encima que has hecho macanas, tirás bardo a la gente a la cual te debes”, le dice Enrique Medina al profesional.
El médico niega el acto
Pero en medio de estos comentarios ofendidos, se dió a conocer que el médico, que negó que realmente hubiera existido “sexo en la salita”, sería el familiar de un ministro en funciones, lo que habría determinado la férrea defensa institucional del varón implicado. También la falta de definiciones sobre cómo deben funcionar los centros de salud.
La respuesta corporativa ante la denuncia de los vecinos, hace dudar del derecho de la gente común a reclamar a las autoridades. Personas que fueron a buscar cura a sus dolencias y no a ser testigos directos del cuadro por el cual ahora son denunciados penalmente.