Si bien se prorrogó por cuatro años la ley que evita los desalojos de las comunidades originarias, el gobierno de Cambiemos tiene que resolver un tema que genera conflictos en provincias como Salta: la disputa por las tierras que ocupan familias indígenas y otros grupos, que según denuncian criollos, son usurpadores. Federico Pinedo, presidente provisional del Senado de la Nación y uno los líderes del PRO, habló sobre la postura del presidente Macri. A tres semanas de las elecciones, confía en un resultado favorable para Cambiemos y dice que se viene una agenda de acuerdo político con los gobernadores.
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Si bien se prorrogó por cuatro años la ley que evita los desalojos de las comunidades originarias, el gobierno de Cambiemos tiene que resolver un tema que genera conflictos en provincias como Salta: la disputa por las tierras que ocupan familias indígenas y otros grupos, que según denuncian criollos, son usurpadores. Federico Pinedo, presidente provisional del Senado de la Nación y uno los líderes del PRO, habló sobre la postura del presidente Macri. A tres semanas de las elecciones, confía en un resultado favorable para Cambiemos y dice que se viene una agenda de acuerdo político con los gobernadores.
El Senado aprobó la ley que evita por cuatro años más los desalojos de comunidades originarias. Usted se había pronunciado en contra...
No, nosotros votamos a favor. Pero desde hace doce años una ley del Congreso le dice al Poder Judicial ustedes no pueden cumplir con la función que le da la Constitución, que es la de juzgar. Entonces hubo que suspender los desalojos por un tiempo hasta que el Gobierno nacional hiciera el trabajo de ver cuáles eran esas comunidades de verdad y cuáles eran las tierras que efectivamente ocupaban, y que eran suficientes para su desarrollo. En doce años, se hizo un relevamiento de menos de la mitad. El gobierno de Macri quiere resolver definitivamente esto para que quienes sean comunidades de verdad tengan sus títulos comunitarios. Algunos usurpan la propiedad del vecino, eso es otra cosa. Obviamente se necesita un plazo de tiempo para que el Gobierno efectivamente termine el relevamiento y le dé a cada uno lo que corresponde. Las comunidades de verdad van a estar absolutamente cubiertas.
¿Qué peso político cae sobre el gobierno por la desaparición de Santiago Maldonado?
Un peso de obligación política. Cualquier persona que desaparezca en la Argentina, el Estado de derecho democrático tiene que dar una respuesta de investigación y de justicia. Lo que hizo el Gobierno es darle todas las herramientas a los fiscales y a los jueces. El nuevo juez pidió más elementos y el Gobierno se los ha dado. El compromiso con la verdad y con el encuentro de Santiago Maldonado es absoluto. Hubo muchas pruebas falsas que se plantaron al principio de la investigación. El Gobierno nacional no hace política con esto.
¿La oposición, o el kirchnerismo, lo está haciendo?
Sí, algunos si. Algunos insinuaron que la democracia argentina había dejado ser una democracia. Algunos le dijeron al mundo que la democracia que hemos construido en más de 30 años de respeto al Estado de derecho había desaparecido y que ahora el Gobierno hacía desaparecer personas de nuevo. Es una canallada para la Argentina, que no merece eso.
¿Qué palpito tiene para las elecciones del 22 de octubre? ¿Cómo le va a ir a Cambiemos?
Cambiemos estará mejor que en la primaria. Estamos en condiciones de representar a más argentinos de todas las provincias, incluso en algunas en las que hemos perdido y donde se puede revertir el resultado, como Buenos Aires.
¿Qué agenda viene después de las elecciones? ¿Habrá flexibilización laboral?
No. La agenda después de octubre es una agenda de acuerdos políticos con los gobernadores. Si lo hacemos, creo que la Argentina será diferente y mejor. Veintidós provincias le han propuesto al Gobierno nacional una ley de responsabilidad fiscal, acordar cómo se va a gastar el dinero del pueblo en los próximos años para dar previsibilidad y seriedad. Después se tiene que acordar cuáles serán los impuestos que regirán, se vencen algunos muy importantes como el impuesto al cheque. Hay otros que eventualmente podrían caer, como ingresos brutos de las provincias, hay que ver cómo se reemplaza o en qué plazo se producen los cambios. Existe una discusión muy importante de ingresos, todas las provincias son conscientes y el Gobierno nacional también.
¿Puede afectar la gobernabilidad esta puja por los ingresos?
No habrá puja, hay que reemplazarla por un acuerdo. La ley de responsabilidad fiscal es una muestra de que los dirigentes políticos se pueden sentar a construir una Argentina mejor.
Si bien el tema del Fondo del Conurbano Bonaerense está en la Corte, en el marco de este acuerdo político que buscan ¿cómo van tratar el planteo de los gobernadores, que temen perder recursos por el reclamo de Buenos Aires?
El Fondo del Conurbano Bonaerense tiene 55 mil millones de pesos y la provincia de Buenos Aires recibe 600 millones de pesos. La Provincia hizo un juicio y eso es un tema que la política podría resolver, sería bueno que así sea. En el sistema democrático argentino habrá responsabilidad y calidad para poder hacer este acuerdo, lo cual sería revolucionario y muy generador de optimismo hacia el futuro.
¿Cómo define el momento económico que vive la Argentina?
La Argentina durante seis años no creció nada, no generó ningún empleo en el sector privado. Este año estamos creciendo, si proyectamos, a 4,5 por ciento anual y hemos creado en el último año 210 mil puestos de trabajo, y en el último mes 37 mil. Se está acelerando la creación del empleo. Esos grandes números hay que cuidarlos. La inflación tiene que seguir bajando, así se reduce la pobreza.
Pero el déficit fiscal no se logra bajar...
Justamente para eso es la propuesta extraordinaria de los gobiernos provinciales, uno de ellos por supuesto es Salta. Además, el Gobierno nacional se compromete a que por más que haya crecimiento en la economía, no crecerán los gastos; se mantendrán en términos reales, descontando la inflación, por supuesto. O sea, no vamos a bajarlos, no haremos un ajuste. Pero si la economía crece, será sin que se eleve el gasto del Estado para que no suba el déficit.
¿Cómo seguirá Cambiemos después del 22 de octubre? Hubo chispazos entre dirigentes de la UCR y del PRO...
Para los dirigentes del PRO nuestro partido es Cambiemos. Yo cuando trabajo con gente del PRO o con los radicales no hago la menor distinción. En el Senado de la Nación, en mi bloque son más radicales que los del PRO. El presidente de nuestro bloque era radical, acaba de renunciar pero será reemplazado por otro radical.
¿Usted habla de una etapa de acuerdo político con los gobernadores? ¿En qué queda la grieta?
Hay sectores extremos de la política argentina que les gusta la grieta, son minoritarios. En el medio hay gente que es seria, que trabaja para que a la Argentina le vaya mejor, no para destruir al adversario, incluyo a casi todos los gobernadores, al Gobierno nacional, a la mayor parte del sindicalismo, a la mayor parte de los argentinos. Ese grupo es el 80 por ciento de la democracia argentina y el 20 por ciento son grupos extremistas.
Ya se cumplirán dos años de Cambiemos en la Casa Rosada ¿cuáles fueron los errores y aciertos de Cambiemos?
El primer acierto fue que el avión que venía en picada no chocara contra el piso, en el 2016. Eso quiere decir que no cayéramos en una hiperinflación, por ejemplo, que hubiera llevado de vuelta a la mitad de los argentinos a estar por debajo de la línea de la pobreza. El segundo éxito es el actual: crecimiento de la economía y baja del desempleo.
Errores hubo muchos. Hemos decidido implementar los cambios que la Argentina necesita en forma gradual. Hubo momentos que eso se hizo de una manera menos equitativa de la que se debiera haber realizado, aunque hubo correcciones posteriores, como pasó con el tema de las tarifas. Yo diría que este es un gobierno que hace muchas cosas, que prefiere equivocarse en dos y hacer bien siete, en lugar de no hacer ninguna.