En el marco de las tareas que viene desarrollando el Ministerio Público Fiscal de Salta (MPF) en el norte de la provincia contra el crimen organizado, ayer tres fiscales de Orán se reunieron con jefes de la Policía para prevenir hechos delictivos que comprometan el trabajo judicial y la seguridad de quienes cumplen funciones en esas dependencias.
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En el marco de las tareas que viene desarrollando el Ministerio Público Fiscal de Salta (MPF) en el norte de la provincia contra el crimen organizado, ayer tres fiscales de Orán se reunieron con jefes de la Policía para prevenir hechos delictivos que comprometan el trabajo judicial y la seguridad de quienes cumplen funciones en esas dependencias.
En ese sentido, las fiscales penales de Orán, Mariana Torres, María Soledad Filtrin Cuezzo y Alda Murúa, mantuvieron una reunión con el jefe de la Unidad Regional 2, comisario mayor Andrés Resina, y el segundo jefe, comisario mayor Ariel Rubén Jiménez Medina.
Este encuentro se llevó a cabo como respuesta a la nota presentada por el procurador general de la provincia, Pedro García Castiella, dirigida al ministro de Seguridad, Marcelo Domínguez, solicitando refuerzo de seguridad en las oficinas de las fiscalías penales con sede en Orán.
En el marco del encuentro se acordó la implementación de medidas adicionales de seguridad para las Fiscalías, presentando el jefe de la Unidad Regional el esquema detallado para el resguardo del edificio del Ministerio Público Fiscal y del CIF (Cuerpo de Investigaciones Fiscales).
Fotos extraídas del celular de Cristian Palavecino
La necesidad imperante de reforzar la seguridad en estas dependencias se fundamenta en el material probatorio recopilado a partir de dispositivos electrónicos, que incluye diversas fotografías de los edificios que albergan las Fiscalías Penales, así como del CIF de Orán.
Este material obtenido a través de extracciones telefónicas de dispositivos celulares secuestrados, sugieren una posible actividad de inteligencia y seguimiento por parte de una organización criminal vinculada al detenido Cristian Gabriel Palavecino.
El compromiso del Ministerio Público Fiscal y de las fuerzas de seguridad es garantizar un ambiente seguro y protegido para el desarrollo de las actividades judiciales y de investigación, preservando la integridad de los fiscales y demás personal involucrado, siendo la colaboración interinstitucional fundamental para abordar estos desafíos.
Fuentes vinculadas a la investigación señalaron que en los expedientes hay pruebas de espionaje o tareas de inteligencia que hacía Cristian "Gringo" Palavecino en los edificios de las fiscalías penales de Orán y las instalaciones del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF).
El nivel de organización del Gringo incluía "anillos de seguridad previos a llegar a su domicilio con personas encapuchadas y con armas largas", confiaron fuentes a El Tribuno. No solo eso, contaban con armamento de guerra, como fusiles FAL y ametralladoras. En las pericias a los teléfonos se detectaron más de 1.400 fotos de distintos domicilios y automóviles de Orán.
"Este material incluye elementos de convicción relevantes para otros casos, incluyendo la causa denominada "Palavecino, Cristian Gabriel; Malissia, Matías; Ruiz, "Oso" Dimas y otros por robo calificado en perjuicio de la empresa Abra de Sol", señalaron desde el Ministerio Público.
Quién es Cristian Palavecino
Cristian Palavecino fue detenido hace un mes en Orán, en un operativo en el que participaron más de cien policías. Estaba prófugo desde 2017.
El mes pasado a Palavecino lo imputaron como presunto coautor del delito de tentativa de homicidio doblemente calificado en la causa de Ricardo Adrián Gerónimo y como presunto partícipe necesario del delito de homicidio de Raúl Fernando Martínez.
El 1 de mayo de 2017, cuando Ricardo Gerónimo regresaba a su vivienda, y tras descender de su vehículo, recibió seis disparos de un sujeto. El ataque le causó graves heridas en la espalda, piernas, ingle, testículos y nalga. Tras la ejecución, el atacante abordó un automóvil blanco, Gol Trend, en el que se dio a la fuga. Gracias a sus familiares, Gerónimo llegó en un auto particular al hospital local, donde fue asistido y salvó su vida.
El 6 de mayo de 2017, en la avenida Esquiú y Alvarado, la Policía encontró sin vida a Raúl Martínez, con heridas en el cuello y torso. En el lugar se levantaron 6 vainas servidas calibre 9 mm. Según testigos del hecho, se pudo establecer que Martínez se bajó de su camioneta junto a su pareja y se dirigió hacia un carrito choripanero, donde luego de hacer un pedido se sentó a esperar su comida. De repente llegó una motocicleta 110 cilindradas, de la cual descendió un sujeto y su cómplice quedó en el rodado.