El narcotraficante Federico Sebastián Marín (Alias Morenita) logró permanecer prófugo desde febrero después de violar un arresto domiciliario y abandonar el Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados. La “suerte” se le terminó anoche, cuando fue descubierto por efectivos de la Policía Federal (PFA) en la localidad correntina de Itatí. “Morenita” se resistió a los tiros, pero terminó muerto.
inicia sesión o regístrate.
El narcotraficante Federico Sebastián Marín (Alias Morenita) logró permanecer prófugo desde febrero después de violar un arresto domiciliario y abandonar el Programa Nacional de Protección a Testigos e Imputados. La “suerte” se le terminó anoche, cuando fue descubierto por efectivos de la Policía Federal (PFA) en la localidad correntina de Itatí. “Morenita” se resistió a los tiros, pero terminó muerto.
El tiroteo que derivó en la muerte de Marín, uno de los narcos más buscados del país, ocurrió alrededor de las 21.45 del domingo en la calle Los Benedictinos casi Gamarra, cerca de la terminal de ómnibus de la localidad correntina. En el mismo enfrentamiento, también resultaron heridos tres policías.
Uno de los máximos traficantes de marihuana
En tanto, el cuerpo de “Morenita”, uno de los máximos traficantes de marihuana de la Argentina, fue trasladado al hospital de Itatí, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Corrientes.
Según indicó una fuente policial, y se puede observar también en una serie de videos que se viralizaron en las últimas horas, en el lugar del hecho se encontraba también la pareja de Marín, Lourdes Alegre, junto a una hija adolescente, y protagonizaron incidentes con los efectivos que participaron del operativo en medio de una crisis de nervios y llanto.
La fuga del narco
En febrero, Marín se fugó mientras era enjuiciado en un debate abierto en el Tribunal Oral Federal por supuestas coimas del narcotráfico en un juzgado.
El contrabandista en ese proceso se acogió a la figura del imputado colaborador en un acuerdo con la Procuraduría de Narcocriminalidad y el Ministerio Público Fiscal federal para delatar a las autoridades del Juzgado Federal 1 de Corrientes, que estuvo a cargo de Carlos Soto Dávila por más de 20 años, hasta 2019 cuando renunció al cargo en medio de la instrucción de la causa.
Marín, por su condición de arrepentido, había sido beneficiado con prisión domiciliaria en una casa ubicada en el conurbano bonaerense, donde cumpliría dos condenas por narcotráfico.
Sin embargo, hace seis meses durante una salida a un hospital para tratarse una supuesta hemorroide, se escapó sin que, hasta anoche, se conocieran datos fehacientes de su paradero.