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La salud de Alejandra “Locomotora” Oliveras, una de las máximas referentes del boxeo argentino, mantiene en vilo al mundo del deporte y a sus seguidores. La multicampeona, de 47 años, se encuentra internada en el Hospital José María Cullen de Santa Fe, donde permanece sedada, con asistencia respiratoria y bajo estricto monitoreo neurológico tras sufrir un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico el lunes pasado.
El episodio que derivó en la internación comenzó con un síndrome confusional agudo y una alarmante pérdida de movilidad en la mitad izquierda del cuerpo, lo que motivó su inmediato traslado al centro médico. Allí, una tomografía reveló una obstrucción arterial cerebral, desencadenando un cuadro de isquemia.
El deterioro clínico obligó al equipo médico a intervenir quirúrgicamente el miércoles. Se le practicó una craniectomía descompresiva, una operación que consiste en remover una parte del cráneo para aliviar la presión intracraneal y evitar daños irreversibles en otras regiones del cerebro. Desde entonces, su estado ha sido grave pero clínicamente estable.
El director del hospital, Bruno Moroni, detalló que Oliveras está bajo el cuidado de un equipo multidisciplinario conformado por especialistas en terapia intensiva, neurología y neurocirugía. “La paciente continúa con estudios y evaluaciones neurológicas constantes. Su pronóstico sigue siendo reservado”, explicó.
La noticia sacudió no solo al ambiente pugilístico, sino también al político. En las últimas semanas, Oliveras había sido electa convencional constituyente en su provincia, un cargo que implicaba su ingreso al debate por la reforma constitucional. Su repentina internación dejó trunca esa nueva etapa de militancia y exposición pública.
A través de las redes sociales, colegas, deportistas, fanáticos y figuras del ámbito político expresaron su apoyo y preocupación por el estado de la “Locomotora”, que fuera campeona mundial en cinco categorías diferentes y una voz potente dentro y fuera del ring.
En este contexto de extrema sensibilidad, su entorno más íntimo pidió respeto, prudencia y esperanza. “Lo que más necesita ahora es tiempo y fuerza para pelear esta batalla. La pelea más dura de su vida”, escribió una de sus allegadas.
Aunque el panorama sigue siendo delicado, el hecho de que su estado se mantenga estable tras la cirugía es tomado por los médicos como un dato alentador dentro de la gravedad. Se esperan nuevos partes oficiales en las próximas horas, mientras Santa Fe y el país entero siguen de cerca la evolución de una mujer que convirtió cada combate en una lección de coraje.