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Alejandra Locomotora Oliveras continúa en terapia intensiva, peleando una batalla muy distinta a la que libró durante años sobre el ring. La exboxeadora, múltiple campeona mundial y símbolo de la garra argentina, sufrió la semana pasada un accidente cerebrovascular (ACV) isquémico que la dejó en un estado de extrema gravedad. Aunque su estado actual es estable, el pronóstico no es alentador: “Va a quedar con secuelas neurológicas”, afirmaron los médicos que la asisten.
El doctor Néstor Carrizo, jefe de terapia intensiva del Hospital Cullen, explicó que la evolución de Oliveras presenta “fluctuaciones”. En declaraciones brindadas, indicó que la paciente “tiene momentos con movimientos espontáneos, asociados a la lesión cerebral, y otros en los que su respuesta neurológica es menor”.
En medio de esa incertidumbre, Carrizo destacó un dato positivo: la intervención quirúrgica de emergencia a la que fue sometida evitó un desenlace trágico. “Se evitó la muerte encefálica con la craneotomía descompresiva. La evolución en estas últimas 72 horas es a la estabilidad. No ha tenido grandes cambios”, afirmó.
Sin embargo, el profesional fue claro respecto al panorama a futuro. “Va a quedar con secuelas neurológicas si logramos sortear todo esto”, dijo, dejando en evidencia la gravedad de la situación. “El término de irreversibilidad está en relación a la funcionalidad del hemisferio cerebral lesionado”, agregó.
Ante la consulta sobre la posibilidad de una muerte encefálica, el médico sostuvo que, si bien ese riesgo disminuye con el correr de los días, la situación continúa siendo delicada. “Sobre todo si se mantiene la estabilidad, ese escenario se aleja. Pero estamos en una etapa donde no podemos definir con precisión cuáles serán las secuelas”.
La salud de Locomotora Oliveras, que supo hacer historia en el boxeo argentino con su estilo arrollador y su carisma inquebrantable, mantiene en vilo a fanáticos del deporte y al mundo del espectáculo. En redes sociales, cientos de mensajes de apoyo y cadenas de oración se multiplican mientras se aguarda una evolución favorable.
Por ahora, el parte médico es claro: no hay un diagnóstico definitivo sobre el alcance del daño neurológico. Lo único certero es que la campeona está librando, quizá, la pelea más difícil de su vida.