Con el Martes de Chaya finaliza el Carnaval grande y se inicia una supuesta espera hasta el Carnaval chico (el próximo viernes y sábado), donde se despedirá al momo carnestolendo, pero como se sabe en Jujuy y principalmente en la Quebrada, la celebración se extiende nueve días y nueve noches seguidas.
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Con el Martes de Chaya finaliza el Carnaval grande y se inicia una supuesta espera hasta el Carnaval chico (el próximo viernes y sábado), donde se despedirá al momo carnestolendo, pero como se sabe en Jujuy y principalmente en la Quebrada, la celebración se extiende nueve días y nueve noches seguidas.
En esta jornada, los carnavaleros que anduvieron desparramados por detrás de una y otra comparsa correteando por los cerros, quebradas, ríos y pueblos, hoy se reencontrarán para cumplir con la tradición de chayar los bienes con la esperanza de que para el año mejoren o se multipliquen.
El fin de la chaya es pedir ayuda, protección, también es agradecer, en ella se manifiesta la creencia y el respeto a la Pachamama en medio de las honras al momo que comenzó hace tres jornadas, llegando a esta instancia agotados por tanta diversión y algarabía popular.
Las comparsas hoy proseguirán cumpliendo con las invitaciones de sus simpatizantes, y en ellas procederán a la chaya; otras, en cambio, se reunirán en la casa de algún directivo donde compartirán un almuerzo para luego hacer la chaya; y los carnavaleros, como se dijo al principio, se reencontrarán y en la casa de uno de ellos, proseguirán los festejos y cumplirán con la tradición.
La chaya es una manifestación tradicional en conjunto, en familia o entre amigos, es un ritual esencial del carnaval, de mucha fe. En ella se celebra lo que se tiene (por más "viejo" que sea), lo que últimamente se logró, y se pide por más progreso.
Muchos acostumbran chayar el auto, la casa, el negocio, otros en cambio chayan su caja (para coplear), al novio, el dinero, lo importante es agradecer y cumplir con respeto, a la Pachamama y al momo, y esperar el Carnaval chico para despedirlo.