En la pintoresca comunidad de Juella, el próximo sábado se realizará el 35° Festival del durazno, la humita y el folclore; la convocatoria prácticamente cierra las festividades populares del verano en la villa turística y se hace, justamente, una semana antes del inicio de Semana Santa.
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En la pintoresca comunidad de Juella, el próximo sábado se realizará el 35° Festival del durazno, la humita y el folclore; la convocatoria prácticamente cierra las festividades populares del verano en la villa turística y se hace, justamente, una semana antes del inicio de Semana Santa.
El centro vecinal, presidido por César Quispe, se ocupa de organizarlo año tras año, y la Municipalidad de Tilcara suma su fundamental colaboración, con el objetivo de generar un espacio de comercialización y promoción de los productos que se obtienen en esa zona netamente agrícola.
En el Salón de los copleros La flor del durazno y en el predio que lo rodea, se desarrollará la nueva edición para la cual se espera una masiva asistencia de público, ávido por degustar las variedades de duraznos y las exquisiteces gastronómicas elaboradas por las cocineras regionales del lugar.
Desde las 10 los pequeños productores comenzarán a mostrar lo mejor de su producción y a las 11 mediante un sencillo acto se habilitará oficialmente la convocatoria gastronómica y productiva por excelencia en la zona tilcareña y muy esperada por el público.
Y al mediodía, iniciará el espectáculo folclórico que acompañará el almuerzo y la muestra y comercialización de todo lo llevado por los pequeños productores de la comunidad, que están dedicados a la cosecha en sus rastrojos.
Se ofrecerán duraznos friscos y comunes en sus tres variedades: blancos, rosados y amarillos; actualmente, en Juella el cajón (15 kilos) se comercializa entre $ 15 y $ 18 mil, de acuerdo a la calidad del producto; en cambio el kilo está entre $ 1.500 y $ 2 mil.
También habrá habas, papa y otros productos pero en poca cantidad, ya que lo obtenido se destina para el autoconsumo de las familias. Y lógicamente se podrá comprar choclos, entre $ 4 y $ 5 mil la docena, blancos y amarillos.
Y además de las exquisitas humitas (con queso, zapallo, albahaca y otros agregados que le brindan un sabor particular), se podrá degustar asado de cordero, de cabrito y de vacuno, locro, chanfaina, empanadas, choclo con queso de cabra, mote de haba con queso, sopa majada, y picante de mondongo.
Sobre el escenario, estarán Walter Avalos, Los hermanitos Quiquiza, Faty Sosa, Mataco "Wicho" Rivaro, "El Potro" Zumbaino, Rodolfo Zerpa y sus amigos, y Las voces de San Javier, brindando su amplio repertorio folclórico. Y desde las 22 continuará el baile con conjuntos tropicales.
Quispe agradeció la colaboración de la intendenta Sonia Pérez en la logística y envío de personal para los controles como por otros aportes que calificó esenciales para el desarrollo de la nueva edición, a la cual se ingresará abonando una entrada de $ 1.000, y en la noche al baile, $ 3.000.
El festival es uno de los más populares en esta zona de la región, que se efectúa una vez que todos los festejos del carnaval prácticamente quedaron atrás y la comunidad está a la espera de la conmemoración de Semana Santa, y como se citó anteriormente, su realización es justo una semana antes de su inicio.
Y es el tiempo preciso en que los choclos están a punto en los rastrojos para su consumo, para preparar las ricas humitas de vigilia, o también el pastel de choclo o las empanadas de choclo. Aunque otros prefieren el guaschalocro, que tiene su receta muy sabrosa y tentadora.
La convocatoria es también para que la familia disfrute del fin de semana en un pequeño pueblito rodeado de hermosos paisajes y en contacto pleno con la naturaleza, alejado de la ciudad e ideal para disfrutar una jornada inolvidable.