Amada y atesorada por millones de argentinos, “El Chavo” es la serie más exitosa de Roberto Gómez Bolaños que permanece en la memoria de su público, aún después de dos décadas de su finalización. Algunos personajes abandonaron la serie antes, mientras que otros se mantuvieron fieles al trabajo de Chespirito hasta el último episodio, en 1980 (o 1982, si contamos los dos años que siguió como sketch de otro programa del actor).
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Amada y atesorada por millones de argentinos, “El Chavo” es la serie más exitosa de Roberto Gómez Bolaños que permanece en la memoria de su público, aún después de dos décadas de su finalización. Algunos personajes abandonaron la serie antes, mientras que otros se mantuvieron fieles al trabajo de Chespirito hasta el último episodio, en 1980 (o 1982, si contamos los dos años que siguió como sketch de otro programa del actor).
A pesar del éxito indiscutible en su país natal, México, en América Latina y España, la mayoría de los actores no pudieron superar el peso de sus personajes y casi no se los vio tras la cancelación del show.
"Don Ramón"
Proveniente de una familia de artistas, Ramón Valdés empezó a trabajar en el cine mexicano a los 26 años. Actuó en más de 50 películas, al lado de su hermano Tin Tan (la mayoría de veces), Pedro Infante y Cantinflas, entre otros.
A pesar de haber formado parte de la época de oro del cine mexicano, Valdés a veces necesitaba hacer changas para subsistir porque no resultó muy beneficiado por su carrera de actor.
Sin embargo, ésto cambiaría cuando un admirador suyo, Roberto Gómez Bolaños, lo llamara para formar parte de "Chespirito".
Aunque finalmente recibiría la fama y el reconocimiento merecido, en el año 1979 renunció a los dos programas de Chespirito. Algunos rumores sugieren que fue un problema salarial, otros que no se llevaba bien con sus compañeros de trabajo, en especial con Florinda Meza.
En una entrevista, Esteban Valdés, uno de los varios hijos del actor, declaró que la salida de su padre se debió a que Meza (pareja de Gómez Bolaños) quería tener el control absoluto sobre el programa. Valdés prefería recibir órdenes únicamente de Gómez Bolaños, a quien le debía su fama.
Así fue como renunció poco después que Carlos Villagrán y se fue a Venezuela a trabajar con él. Dos años más tarde, el éxito en Venezuela no lo era tanto, por lo que volvió a participar de los sketchs de "Chespirito" hasta 1982. Según dicen sus conocidos, Ramón era muy parecido al personaje que lo consagró, "Don Ramón". Andaba siempre con ropa cómoda, era gruñón e incluso muchas de las frases que utilizaba en la serie eran parte de su vocabulario cotidiano.
Tenía una adicción fuerte al tabaco y solía fumar incluso durante la filmación de los diferentes programas de Chespirito, lo que le causó cáncer de pulmón que le fue detectado a inicios de los años ochenta.
Aún con los problemas que le causaban su enfermedad, en 1987 seguía haciendo giras con su circo, hasta que en 1988 abandonó finalmente su trabajo y falleció a los 64, ese mismo año, después de una larga y dolorosa agonía. En sus últimos momentos de vida, Don Ramón estuvo acompañado de Carlos Villagrán y Edgar Vivar. Entonces le habló a Vivar (Señor Barriga) con lágrimas en los ojos y le dijo que ahora sí no le iba a poder pagar la renta.
"Quico"
Carlos Villagrán dio sus primeros pasos en el mundo del entretenimiento trabajando como periodista de un rotativo mexicano de tirada nacional, en el que estuvo cubriendo las olimpiadas de 1968. Durante este tiempo interpretaba a "Pirolo", papel que le llevó a la fama y apodo por el cual aún se le conoce.
En 1971, su amigo Rubén Aguirre ("Profesor Jirafales"), lo invitó a una fiesta que organizó y allí fue cuando infló sus cachetes por primera vez e interpretó un pequeño número cómico junto con Aguirre.
Roberto Gómez Bolaños ("Chespirito") fue a verlo a una obra de teatro, y decidió incluirlo en su cuadro de actores que conformaban el antiguo programa Chespirito. Luego continuó trabajando para Chespirito en "El Chavo del 8" y "El Chapulin Colorado". Allí se puso en la piel del personaje que le daría fama mundial "Quico". Después de varios años de repetir "¡No me simpatizas!", "¡Cállate, cállate, que me desespeeee...ras!" y "¡Chusma, chusma...prr!", inició una batalla con Gómez Bolaños por los derechos del personaje, por lo que Villagrán dejó el show en 1978. Algunos dicen que fue por celos y otros porque ambos se disputaban el amor de Florinda Meza, pero lo que sí es seguro es que se fue a trabajar a Venezuela y rebautizó a su personaje como "Kiko", para poder seguir explotándolo sin tener que deberle nada a Chespirito. Armó un circo, varios shows aledaños, hasta que se estableció en nuestro país, donde seguro a Chespirito no lo molestaría por la explotación de "Kiko".
El 2011 fue el año en el que Villagrán confesó que tuvo una relación sentimental con Meza durante el programa, mientras ella era pareja de Gómez Bolaños.
“El Chavo del 8”
“El Chavo” fue interpretado por Roberto Gómez Bolaños, quien inició su carrera como creativo publicitario, lo que lo conectó con la radio y la televisión, donde trabajó como un muy activo guionista. Su nombre profesional, Chespirito, se debe al director cinematográfico Agustín Delgado, derivado del diminutivo de la pronunciación españolizada del nombre William Shakespeare, debido a la estatura de Gómez Bolaños y por su talento para escribir.
En 1968, mientras iniciaba transmisiones la Televisión Independiente de México (hoy Televisa), Chespirito fue llamado como escritor con la oferta hacer uso libre de una media hora semanal a su cargo. Así, nacieron tanto su show "Los supergenios de la mesa cuadrada", como su carrera como actor. En 1970, extendieron su horario a una hora y en un programa propio. El mismo se denominó "Chespirito" y dio origen al personaje del Chapulín Colorado. Un año más tarde, apareció el Chavo, quien luego tuvo programa propio. Se llamó "Chavo del Ocho" porque en el año de 1971 este programa se transmitía por Canal 8 de México. Luego paso a otro canal y Chespirito tuvo que buscar alguna excusa para el "8", por lo que inventó que el Chavo vivía en el departamento número 8. El programa fue visto -en promedio- por 350 millones de personas a la semana y Bolaños no logró superar dicho éxito con futuros trabajos. Se dedicó a seguir escribiendo y participó hace unos años en la obra "11 y 12", junto a su mujer, Florinda Meza. El año pasado se realizó el show homenaje "América celebra a Chespirito", donde recibió el cariño de su público y sus ex compañeros. Hoy, a los 83 años, tiene estado de salud delicado que lo obliga a quedarse mucho tiempo en su casa, pero se mantiene conectado con su público a través de su cuenta de twitter.