El 2014 tiene las horas contadas, y en lo que va del año se produjeron seis exitosas ablaciones de órganos en la provincia.
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El 2014 tiene las horas contadas, y en lo que va del año se produjeron seis exitosas ablaciones de órganos en la provincia.
Aunque el número parece insignificante en comparación a la cantidad de personas en lista de espera, para los miembros del CucaiJuy representa un avance, porque las cifras de años anteriores fueron aún más bajas.
A fin de que el sistema sanitario del nosocomio pueda involucrarse en el tema y así incrementar el número de trasplantes, la meta para el próximo año es cumplir las exigencias para que el "Pablo Soria" pueda, finalmente, implementar el programa "hospital donante" impulsado por el Incucai.
Si bien la importancia de donar órganos logró instalarse en la sociedad, existen entornos en lo que se cree que ante la muerte, se acaba todo. Para modificar este pensamiento es que desde hace tiempo el equipo del CucaiJuy sigue trabajando para implementar la estrategia de "hospital donante" en el "Pablo Soria", con el objetivo de que la dirección, los jefes de servicio, los profesionales y todos los trabajadores hospitalarios incorporen la procuración de órganos y tejidos como una actividad asistencial propia, teniendo como premisa que hospitales son actores protagónicos del proceso, tanto en la donación como en el trasplante.
En este sentido, el jefe del servicio de la Terapia Intensiva del Soria y coordinador hospitalario de trasplantes, Daniel Vargas, explicó que este año mejoró el número de donantes, realizando en total seis procuraciones en lo que va del año, pero necesitan que este número siga creciendo.
La idea es que en seis meses se completen los requisitos para que el Soria firme un convenio con el Incucai y logre aplicar esta estrategia.
Las exigencias que aún faltan son formar un comité multidisciplinario -conformado por diferentes actores del equipo de salud- dentro del hospital que se ocupe de la donación de órganos.
Además se requiere ampliar el número de procuraciones de tejidos, teniendo en cuenta que la lista de jujeños en lista de espera para recibir corneas es muy abultada, aunque el operativo de donación es mucho más sencillo que el de órganos como un corazón o un hígado.
Otro punto, y quizás el más importante, es lograr un número mayor de donantes: se debería tener alrededor de diez donantes por año en Jujuy, en respuesta a la cantidad de decesos registrados en la terapia del hospital. "Creo que en seis meses podríamos estar funcionando como un hospital donante cumpliendo las exigencias de la Nación", dijo Vargas agregando que son alrededor de 235 enfermos en lista de espera, por lo que sería urgente trabajar en la concientización.
Al respecto, Vargas informó que la cantidad de donantes sigue siendo baja al momento de donar y la causa es multifactorial según el jefe de la terapia. Si bien es de destacar que los jujeños son solidarios, el médico manifestó que uno de los obstáculos es que el tema no está instalado en el personal del hospital y también a que muchas personas no expresan su voluntad a favor o en contra de la donación de órganos antes de morir, por ese motivo las familias ante la duda, deciden no hacerlo. "Sería bueno que la gente se tome un momento para pensar si quiere ser donante y nada más decirle a su familia si le gustaría o no ser donante", dijo Daniel Vargas recordando la ley de presunto donante.
Para incentivar a los jujeños a decirle sí a la donación, el coordinador de trasplantes del "Pablo Soria" destacó que los trasplantes de órganos son una práctica habitual en Argentina y en el mundo para salvar vidas, y que no se discute la seriedad al momento de realizar los operativos, por ejemplo no existen fundamentos para mantener mitos como el tráfico de órganos. También indicó que actualmente las expectativas de vidas crecieron notablemente, y por ende nadie está exento de estar en lista de espera para recibir un órgano.
Para finalizar explicó que es fundamental que la procuración se realice de manera ágil en una terapia intensiva, y que siempre se concreta cuando existe muerte cerebral y no cuando el paciente se encuentra en coma, u otros estados de salud en los que el paciente podría despertar, por tanto los familiares deben confiar en el criterio médico para realizar la procuración.