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ONU

La guerra destruyó tesoros incalculables

Miércoles, 24 de diciembre de 2014 00:00
PALMIRA - LA HISTÓRICA CIUDAD SUFRIÓ LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA EN SIRIA.
Algunas de las regiones sirias que sufrieron daños son Alepo, Raqa, Damasco, Bosra, Palmira y el Crac de los Caballeros.
Algunas de las regiones sirias que sufrieron daños son Alepo, Raqa, Damasco, Bosra, Palmira y el Crac de los Caballeros.
Cerca de 300 sitios de valor incalculable para la humanidad han sido destruidos, dañados o saqueados en más de tres años de guerra en Siria, informó la Organización de Naciones Unidas (ONU), que basa su afirmación en imágenes por satélite.
Tierra que acogió a numerosas civilizaciones, desde los cananeos hasta los otomanos, Siria estaba llena de tesoros procedentes de las épocas romana, mameluca y bizantina, con mezquitas, iglesias y castillos.
Pero desde que el país se sumió en un brutal conflicto armado, ese enorme patrimonio ha sido saqueado por todos los beligerantes e incluso por sus habitantes.
"Regiones como Alepo, donde los primeros vestigios de población se remontan a 7.000 años; Damasco; el Crac de los Caballeros; Raqa y Palmira han sufrido daños graves", afirma el Instituto de Naciones Unidas para la formación y la investigación (Unitar, por sus siglas en inglés).
Ese organismo analizó 18 zonas de Siria por satélite y detectó 24 sitios destruidos, 104 con daños graves, 84 con daños parciales y otros 77 que podrían haber sido arrasados.
Para la Unitar, hay que "redoblar esfuerzos para salvar la mayor parte posible de este importante patrimonio de la humanidad".
Entre las 18 zonas estudiadas, seis están inscritas en el patrimonio mundial de la Unesco: las ciudades antiguas de Alepo (en el norte del país), Bosra (en el sur) y de Damasco (en el centro), las ciudades muertas del norte, el Crac de los Caballeros (en el centro) y Palmira (en el este).
En Alepo, antigua capital económica de Siria, el minarete selyúcida de la Mezquita de los Omeyas que data del siglo XI se derrumbó.
La ONU no nombra a los responsables, pero según Cheikmus Ali, director de la Asociación para la Protección de la Arqueología Siria (Apsa), "cada vez que el régimen y los rebeldes se adueñaban de la Mezquita, apostaban a un francotirador en el minarete, que acabó siendo alcanzado durante un ataque".
En el oasis de Palmira (Tadmor en árabe), famoso por su columnata romana, las imágenes muestran que el ejército abrió una carretera en la necrópolis, dañando varias tumbas.
Esta vía de unos dos kilómetros de largo, "busca facilitar el paso de los carros de combate. Los tanques situados muy cerca del Valle de las Tumbas debilitan las torres funerarias al disparar", subraya Ali, cuya asociación fundada en 2012 registra diariamente los daños.
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Algunas de las regiones sirias que sufrieron daños son Alepo, Raqa, Damasco, Bosra, Palmira y el Crac de los Caballeros.
Algunas de las regiones sirias que sufrieron daños son Alepo, Raqa, Damasco, Bosra, Palmira y el Crac de los Caballeros.
Cerca de 300 sitios de valor incalculable para la humanidad han sido destruidos, dañados o saqueados en más de tres años de guerra en Siria, informó la Organización de Naciones Unidas (ONU), que basa su afirmación en imágenes por satélite.
Tierra que acogió a numerosas civilizaciones, desde los cananeos hasta los otomanos, Siria estaba llena de tesoros procedentes de las épocas romana, mameluca y bizantina, con mezquitas, iglesias y castillos.
Pero desde que el país se sumió en un brutal conflicto armado, ese enorme patrimonio ha sido saqueado por todos los beligerantes e incluso por sus habitantes.
"Regiones como Alepo, donde los primeros vestigios de población se remontan a 7.000 años; Damasco; el Crac de los Caballeros; Raqa y Palmira han sufrido daños graves", afirma el Instituto de Naciones Unidas para la formación y la investigación (Unitar, por sus siglas en inglés).
Ese organismo analizó 18 zonas de Siria por satélite y detectó 24 sitios destruidos, 104 con daños graves, 84 con daños parciales y otros 77 que podrían haber sido arrasados.
Para la Unitar, hay que "redoblar esfuerzos para salvar la mayor parte posible de este importante patrimonio de la humanidad".
Entre las 18 zonas estudiadas, seis están inscritas en el patrimonio mundial de la Unesco: las ciudades antiguas de Alepo (en el norte del país), Bosra (en el sur) y de Damasco (en el centro), las ciudades muertas del norte, el Crac de los Caballeros (en el centro) y Palmira (en el este).
En Alepo, antigua capital económica de Siria, el minarete selyúcida de la Mezquita de los Omeyas que data del siglo XI se derrumbó.
La ONU no nombra a los responsables, pero según Cheikmus Ali, director de la Asociación para la Protección de la Arqueología Siria (Apsa), "cada vez que el régimen y los rebeldes se adueñaban de la Mezquita, apostaban a un francotirador en el minarete, que acabó siendo alcanzado durante un ataque".
En el oasis de Palmira (Tadmor en árabe), famoso por su columnata romana, las imágenes muestran que el ejército abrió una carretera en la necrópolis, dañando varias tumbas.
Esta vía de unos dos kilómetros de largo, "busca facilitar el paso de los carros de combate. Los tanques situados muy cerca del Valle de las Tumbas debilitan las torres funerarias al disparar", subraya Ali, cuya asociación fundada en 2012 registra diariamente los daños.

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