Jujuy como destino es mucho más que la Quebrada de Humahuca, el Cerro de los Siete Colores y el Carnaval del Norte, aún cuando estos sean los puntos más requeridos y es imposible renegar de ellos por su belleza única.
La declaración de la Quebrada como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco posicionó en el ojo del mundo a nuestra provincia como destino turístico; elegido cada vez más por los propios jujeños, los argentinos en general y cada vez más, por visitantes extranjeros.
Las cuatro regiones que ofrece Jujuy son un sincretismo de imágenes, colores y variables; donde confluye la agricultura, los cerros, la vegetación, la religión y la cultura; a veces muy distintas, otras muy cercanas.
La Puna es la región que nos ubica como parte de una especie de "cordón andino latinoamericano", aquel que podríamos decir compartimos con países como Bolivia y Perú. La mayor parte de sus pueblos están situados a más de 3 mil msnm, el viento curte la piel, el sol se hace sentir en forma permanente y los salares son mirados por el mundo entero.
La Quebrada es quizás el lugar más requerido. Los turistas buscan llegar a Purmamarca, Tilcara y Humahuaca. Lástima que quedan en el camino Huacalera, Tumbaya -la bella-, Uquía, Volcán; cada pueblo con su propia historia, con paisajes únicos e historias por contar.
Las Yungas es la región que más ha crecido en los últimos años si hablamos en propuestas turísticas. Un lugar donde la selva y el bosque, tan opuestos a la geografía de la Puna, parecieran se de dos provincias totalmente distintas. Se distinguen sus aguas termales, la vegetación abundante y una fauna única.
Finalmente los Valles, que alberga a San Salvador de Jujuy y alrededores, es también uno de los destinos más elegidos. Donde los diques y el turismo religioso son los principales atractivos.
Las cuatro regiones ofrecen una gastronomía destacada, y propuestas totalmente distintas e imperdibles. Jujuy invita a visitarla de punta a punta.
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Jujuy como destino es mucho más que la Quebrada de Humahuca, el Cerro de los Siete Colores y el Carnaval del Norte, aún cuando estos sean los puntos más requeridos y es imposible renegar de ellos por su belleza única.
La declaración de la Quebrada como Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco posicionó en el ojo del mundo a nuestra provincia como destino turístico; elegido cada vez más por los propios jujeños, los argentinos en general y cada vez más, por visitantes extranjeros.
Las cuatro regiones que ofrece Jujuy son un sincretismo de imágenes, colores y variables; donde confluye la agricultura, los cerros, la vegetación, la religión y la cultura; a veces muy distintas, otras muy cercanas.
La Puna es la región que nos ubica como parte de una especie de "cordón andino latinoamericano", aquel que podríamos decir compartimos con países como Bolivia y Perú. La mayor parte de sus pueblos están situados a más de 3 mil msnm, el viento curte la piel, el sol se hace sentir en forma permanente y los salares son mirados por el mundo entero.
La Quebrada es quizás el lugar más requerido. Los turistas buscan llegar a Purmamarca, Tilcara y Humahuaca. Lástima que quedan en el camino Huacalera, Tumbaya -la bella-, Uquía, Volcán; cada pueblo con su propia historia, con paisajes únicos e historias por contar.
Las Yungas es la región que más ha crecido en los últimos años si hablamos en propuestas turísticas. Un lugar donde la selva y el bosque, tan opuestos a la geografía de la Puna, parecieran se de dos provincias totalmente distintas. Se distinguen sus aguas termales, la vegetación abundante y una fauna única.
Finalmente los Valles, que alberga a San Salvador de Jujuy y alrededores, es también uno de los destinos más elegidos. Donde los diques y el turismo religioso son los principales atractivos.
Las cuatro regiones ofrecen una gastronomía destacada, y propuestas totalmente distintas e imperdibles. Jujuy invita a visitarla de punta a punta.