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En su lugar propio, el hogar para perros San Roque busca crecer

Domingo, 04 de enero de 2015 00:00

Patricio es un perro pequeño, negro y de unos impresionantes ojos celestes. Es asustadizo porque alguien le quebró sus dos pequeñas patas delanteras a propósito. Roko es una cruza de pitbull que fue abandonado en una peregrinación a Río Blanco, y a pesar de ser usado para ganar dinero en peleas es sumamente cariñoso. Fénix, como el ave, es un perro callejero que estuvo a punto de morir por la sarna, pero hoy su pelaje comienza a crecer nuevamente. Ellos son algunos de los más de cien perros que fueron rescatados y se encuentran hoy en el hogar "San Roque" para perros abandonados. A poco de haber conseguido un terreno luego de ser desalojada en Palpalá, la precursora del hogar Gabriela Baduzzi, sigue luchando para que el primer hogar de perros de la provincia siga consolidándose y la comunidad se acerque a adoptar.

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Patricio es un perro pequeño, negro y de unos impresionantes ojos celestes. Es asustadizo porque alguien le quebró sus dos pequeñas patas delanteras a propósito. Roko es una cruza de pitbull que fue abandonado en una peregrinación a Río Blanco, y a pesar de ser usado para ganar dinero en peleas es sumamente cariñoso. Fénix, como el ave, es un perro callejero que estuvo a punto de morir por la sarna, pero hoy su pelaje comienza a crecer nuevamente. Ellos son algunos de los más de cien perros que fueron rescatados y se encuentran hoy en el hogar "San Roque" para perros abandonados. A poco de haber conseguido un terreno luego de ser desalojada en Palpalá, la precursora del hogar Gabriela Baduzzi, sigue luchando para que el primer hogar de perros de la provincia siga consolidándose y la comunidad se acerque a adoptar.

Buscan colaboración de la comunidad para seguir consolidándose. También proponen crear un centro de zooterapia. Buscan colaboración de la comunidad para seguir consolidándose. También proponen crear un centro de zooterapia.

Hace más de un año la idea de un hogar para perros callejeros y rescatados era lejana, pero en octubre la Corriente del Pueblo donó a Gabriela Baduzzi un terreno en el barrio "Luca Arias" de Alto Comedero porque la desalojaron de la casa en la que residían en Palpalá por considerar a tal cantidad de animales "molestos". De a poco, Gabriela trasladó hasta su nuevo hogar a los cerca de cien caninos que habitaban con ella en el barrio Martijena. Con más espacio, en Alto Comedero Gabriela se instaló en una vivienda precaria pero con suficiente espacio en los alrededores para que tanto los perros de raza grande como pequeña tengan el espacio suficiente para vivir. "De a poco y con mucho esfuerzo estamos creciendo porque la gente cree en nosotros, el hogar ahora es abierto en Alto Comedero y la gente vé como trabajamos, y vé que cada colaboración que recibimos es bien utilizada", dijo Gabriela Baduzzi.

De su antigua sede en la ciudad siderúrgica fueron desalojados por considerar molestos los ruidos de estos animales recuperados. De su antigua sede en la ciudad siderúrgica fueron desalojados por considerar molestos los ruidos de estos animales recuperados.

Actualmente son 123 los perros en el refugio -cada uno con su respectivo nombre- que viven en el lugar en óptimas condiciones, sin contar a los cachorros que son alrededor de diez. Los más jóvenes están refugiados en una cucha alejada para evitar que se contagien enfermedades que afectan a algunos, los se encuentran en recuperación. Si bien la vivienda cuenta con todos los servicios básicos, la idea de Gabriela y un grupo de colaboradores amantes de los animales que diariamente se acercan al hogar, es seguir creciendo, que cada perro pueda tener una cucha con techo para resguardarse de la lluvia veraniega y cercar la periferia del hogar. Por eso en primer lugar esperan que en su nuevo hogar, la comunidad pueda colaborar con bloques, alambrado o cualquier elemento de construcción para crear canileras que separen a los perros en recuperación de los que están disponibles para ser adoptados.

A pesar de que fue un episodio duro el desalojo en Palpalá, Gabriela considera que el 2014 fue positivo porque al menos, hoy en Alto Comedero, el espacio verde es vasto y porque está a punto de recibir la personería jurídica que tramitó como Asociación Civil "Hogar para perros maltratados y en recuperación San Roque".

Al haber finalizado el año, también surgen objetivos para el 2015. Sorprendida por la cantidad de personas que se acercan al hogar para dar cariño y recibirlo de los perros, y que gracias a ellos superaron problemas de salud o el estrés que provocan por las tareas diarias, a Gabriela se le ocurrió crear un centro de zooterapia. En muchos sitios del mundo esta iniciativa se desarrolló con éxito, y Gabriela cree que es una excelente manera para que muchos puedan colaborar con el hogar de perros y a su vez recibir beneficios para su salud.

"Queremos que el amor que manifiestan los animalitos, que es mucho, pueda servir para la gente. Vino gente muy triste y les prestamos a los perritos más cariñosos para pasear, y todos mejoraron", dijo Gabriela.